Nuestra mente es como un supercomputador, y nuestros sentidos son los sublimes encargados de transmitirnos la información exterior. Esta información es interpretada por nuestra mente, la cual mediante un análisis exhaustivo de los datos exteriores recibidos, los clasifica en ocho categorías innatas en la mente humana. Tales categorías mentales son el software de la computadora cerebral, siendo los sentidos físicos el hardware de la computadora, con el objetivo de establecer una analogía comprensible. Las ocho categorías mentales se exponen a continuación:
1.Categoría mental espacial: encargada de situar la materia en el espacio.
2.Categoría mental temporal: encargada de situar la materia en la línea temporal.
3.Categoría mental crómica: encargada de asignar un color a la materia en función de su brillo.
4.Categoría mental formal: encargada de asignar una forma a la materia en función de su geometría básica constitutiva.
5.Categoría mental táctil: encargada de asignar una textura determinada a la materia.
6.Categoría mental sonora: encarga de asignar un sónido determinado a la materia.
7.Categoría mental sabora: encargada de asignar un determinado sabor a la materia.
8.Categoría mental olfativa: encargada de asignar un determinado olor a la materia.
Podríamos utilizar el siguiente símil para esclarecer que son las categorías mentales; pues estas son los filtros cognoscitivos por los que fluye la información recogida por los sentidos. Nada puede ser procesado por la mente sin haber sido identificado y posteriormente clasificado por las categorías mentales. Por tal hecho, los sentidos son la ventana mediante la cual conocemos el mundo exterior. Sin embargo esto nos condiciona a entender la realidad exterior de una manera limitada.
Sí deseamos aproximarnos a la esencia misma de la materia, habremos de hacerlo mediante el método matemático abstracto, en cuyo lenguage axiómico residen las verdades universales. Sólo mediante un proceso de ardua elevación intelectual y abstracta podremos llegar a vislumbrar en su totalidad el mundo exterior. Sin más dilación sería de mi agrado ejemplificar lo aquí expuesto para facilitar su comprensión, ejemplo: Una persona A se enamora de una persona B, ¿cómo sabemos que la persona A está enamorada de la persona B?,¿por qué cuando uno está enamorado se pone de color azul?, la respuesta es no, ya que el color de la piel no varía en función del amor.
Nos es imposible conocer empíricamente si existe el sentimiento de amor en la persona A, sólo podemos predecirlo ligeramente gracias a una serie de análisis exhaustivos acerca del comportamiento de la persona A, antes, durante y después del enamoramiento. Una vez analizados los comportamientos de la persona A, nos inclinaremos a suponer las causas de tales comportamientos, y si los sintomas conductuales se corresponden con el concepto de amor, la persona A estará enamorada de la persona B. Como vemos, en ciertas ocasiones, la experiencia sensible no es suficiente para conocer la materia en un tanto por ciento elevado, y ha de apoyarse en un necesario planteamiento lógico-abstracto, de carácter mental y conceptual para llegar a un conocimiento más pleno de la misma.
No obstante, la realidad empírica no puede ser conocida en su totalidad, pues como bien discerní anteriormente, estamos atados a nuestros sentidos, que nos condicionan a entender la realidad física de una determinada manera. La abstracción mental puede ayudarnos a un mejor conocimiento de la realidad, sin embargo ni con ella somos capaces de tener la sabiduría plena acerca del mundo empírico, pues ésta también presenta una base empírica ineludible. De aquí se extrae la verídica conclusión de que no podemos conocer la existencia de Diós, pues no tenemos ni siquiera una base experimental mínima de Diós.
Jesús Kuicast
4.Categoría mental formal: encargada de asignar una forma a la materia en función de su geometría básica constitutiva.
5.Categoría mental táctil: encargada de asignar una textura determinada a la materia.
6.Categoría mental sonora: encarga de asignar un sónido determinado a la materia.
7.Categoría mental sabora: encargada de asignar un determinado sabor a la materia.
8.Categoría mental olfativa: encargada de asignar un determinado olor a la materia.
Podríamos utilizar el siguiente símil para esclarecer que son las categorías mentales; pues estas son los filtros cognoscitivos por los que fluye la información recogida por los sentidos. Nada puede ser procesado por la mente sin haber sido identificado y posteriormente clasificado por las categorías mentales. Por tal hecho, los sentidos son la ventana mediante la cual conocemos el mundo exterior. Sin embargo esto nos condiciona a entender la realidad exterior de una manera limitada.
Sí deseamos aproximarnos a la esencia misma de la materia, habremos de hacerlo mediante el método matemático abstracto, en cuyo lenguage axiómico residen las verdades universales. Sólo mediante un proceso de ardua elevación intelectual y abstracta podremos llegar a vislumbrar en su totalidad el mundo exterior. Sin más dilación sería de mi agrado ejemplificar lo aquí expuesto para facilitar su comprensión, ejemplo: Una persona A se enamora de una persona B, ¿cómo sabemos que la persona A está enamorada de la persona B?,¿por qué cuando uno está enamorado se pone de color azul?, la respuesta es no, ya que el color de la piel no varía en función del amor.
Nos es imposible conocer empíricamente si existe el sentimiento de amor en la persona A, sólo podemos predecirlo ligeramente gracias a una serie de análisis exhaustivos acerca del comportamiento de la persona A, antes, durante y después del enamoramiento. Una vez analizados los comportamientos de la persona A, nos inclinaremos a suponer las causas de tales comportamientos, y si los sintomas conductuales se corresponden con el concepto de amor, la persona A estará enamorada de la persona B. Como vemos, en ciertas ocasiones, la experiencia sensible no es suficiente para conocer la materia en un tanto por ciento elevado, y ha de apoyarse en un necesario planteamiento lógico-abstracto, de carácter mental y conceptual para llegar a un conocimiento más pleno de la misma.
No obstante, la realidad empírica no puede ser conocida en su totalidad, pues como bien discerní anteriormente, estamos atados a nuestros sentidos, que nos condicionan a entender la realidad física de una determinada manera. La abstracción mental puede ayudarnos a un mejor conocimiento de la realidad, sin embargo ni con ella somos capaces de tener la sabiduría plena acerca del mundo empírico, pues ésta también presenta una base empírica ineludible. De aquí se extrae la verídica conclusión de que no podemos conocer la existencia de Diós, pues no tenemos ni siquiera una base experimental mínima de Diós.
Jesús Kuicast
0 comentarios:
Publicar un comentario