
¿Qué es lo que
distingue a las sectas de las iglesias? Según Max Weber sectas son
comunidades dinámicas, en las que el individuo, debido a una
decisión personal y sólo después de un minucioso examen por parte
de la secta, se afilia. En contraste, las iglesias, según Weber, son
aquellas en las que se hereda una identidad cultural. Por lo tanto de
aquí obtenemos la acertada conclusión de que las diferencias entre
sectas e iglesias mayoritarias son mínimas, algo no aceptado por las
iglesias predominantes, que pretenden con argumentos falaces
desvirtuar a grupos religiosos minoritarios. Sin embargo sería
curioso destacar que cuando estos grupos, que en un inicio tuvieron
un reducido número de fieles, crecen y se convierten en grandes
movimientos religiosos mundialmente seguidos, siguen considerándose
sectas, por no estar en consonancia con las ideologías de las
iglesias tradicionalmente prevalecientes.
¿Es el proselitismo un
distintivo de las sectas?
Usualmente estos grupos
religiosos minoritarios precisan de miembros para poder sostener
tanto económicamente, como moralmente su institución. No
necesariamente el proselitismo ilimitado debe ser considerado señal
inequívoca de oscuros intereses económicos y de control por parte
de la organización. Si bien es cierto, que existen numerosas sectas
que sí poseen tales intenciones desconsideradas, sería injusto
tachar de empresas religiosas a la generalidad de las sectas.
¿Cuáles son las
características fundamentales de las sectas o grupos minoritarios?
Una de las
características esenciales de la mayor parte de las sectas es el
carácter conservador y ortodoxo de sus miembros, que practican una
vida cultocéntrica. Numerosos expertos en fenómenos sectarios
afirman que otra de las características esenciales de las sectas es
la fuerte tendencia de los adeptos al aislamiento social, pues todo
lo que difiere de su cosmovisión es considerado impropio y nocivo.
Hallamos organizaciones consideradas sectarias, como los testigos de
Jehová, que aconsejan fervientemente a sus seguidores evitar el
trato que no sea necesario con personas no pertenecientes a la
organización, pues estas influencias externas pueden provocar daños
irreparables en el individuo sectario, frenando esto su progreso en
el vital entendimiento de la doctrina o ideología del movimiento.
También encontramos otros grupos como “Las doce tribus” que
practican el aislamiento social de forma radical, donando sus
propiedades a la organización y viviendo todos conjuntamente en
propiedades del movimiento religioso.
Jesús Kuicast (https://twitter.com/jesuskuicast)
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