Si algo es seguro en la vida es el continuo cambio.
Al ir evolucionando lo que hace un tiempo me apasionaba y parecía
eterno hoy me aburre y ya no me aporta nada.
Eso sucede con relaciones, trabajos, aficiones, situaciones… y para
experimentar una mayor plenitud he de soltar lo que ya no funciona en mi vida
para permitir a lo nuevo entrar.
Soltar significa atravesar un trecho del camino en la incertidumbre;
ya que en la insatisfacción y en la inercia me siento
cómoda y segura.
Es mi elección: vivir o sobrevivir.
Elegir vivir implica perder el miedo al dolor, que no es sino el
fuego regenerador que quema los apegos a lo que ya no me sirve.
Y así, saliendo de la zona de comodidad, me mantengo con la ilusión
del que vive su existencia como una contínua aventura
Mariví
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