viernes, 21 de noviembre de 2014


Estimados y versados lectores, un día me hallo presente en aras de iluminar al mundo con la sabiduría recibida de Dios, nuestro Señor. Cada día que tenemos la sublime oportunidad de contemplar el hermoso amanecer, hemos de sentirnos afortunados por el regalo precioso que Dios nos ha concedido: La vida

¡Bendito seas Señor, Dios del Universo, llenos están el cielo y la Tierra de tu nombre, hossana en el cielo! Ilustrísimos y respetables seguidores, hoy me dispongo a tratar un asunto de suma importancia para la gloriosa nación española. Muchos serán los que alcen sus manos al cielo implorando mi súbita desaparición, mas tal decisión no está en vuestras manos queridos detractores, sino que está en las manos de nuestro Padre celestial. Sin más dilación procederé a abordar el tema que hoy me ha sido encomendado: Rosa Díez y su vocación dictatorial.

Hace algunas semanas pudimos saber como el partido político Unión, Progreso y Democracia en los medios de comunicación e información españoles. El ex-diputado Francisco Sosa Wagner dejaba su escaño en el congreso y determinaba abandonar la formación magenta. ¿A qué se debió su abandono? A la insufrible Rosa Díez, una señora que abandonó el PSOE años atrás en aras de fundar un nuevo partido político que cubriese el espectro político de centro-izquierda y fuera la alternativa segura y moderada al bipartidismo imperante. Sus votantes fueron en aumento hasta que hace menos de un año, arribó el partido político más populista de la historia democrática de España: Podemos.
Rosa Díez ha tenido que ver como muchos de sus votantes, hastiados por la torpeza y desvergüenza del gobierno actual han dejado de creer en el sistema político español, así como en todos los partidos políticos del sistema. Ahora todos apuestan por el salvador y redentor de la patria española, Pablo Iglesias, un politólogo inteligente que pretende instaurar un régimen de extrema izquierda en España. Ante un reto de tales dimensiones, han emergido otras alternativas más coherentes y mesuradas como Vox y Ciudadanos. Ambas formaciones son políticas brillantes. Vox es un partido político de derechas que propone unas medidas en su programa electoral ciertamente eficaces y cabales. Ciudadanos comenzó hace ya algunos años en Cataluña, con el excelso objetivo de combatir el creciente nacionalismo catalán. Es un partido situado en el centro-derecha, también con propuestas moderadas, factibles y eficaces, muy en consonancia con las propuestas de UPyD, la formación política de la “matriarca” Rosa Díez.

Ciudadanos, el partido liderado por Albert Rivera ha intentado en diversas ocasiones llegar a un pacto con UPyD para formar un gran coalición de centro que pueda ser una verdadera alternativa ganadora en las próxima elecciones municipales, autonómicas y generales. Sin embargo parece ser que la terca Rosa Díez no ha dado su brazo a torcer, rechazando cualquier tipo de cambio de su programa electoral, evitando así la fusión con Ciudadanos. Esta actitud intransigente y monopolizadora, ha provocado que grandes sabios como Sosa Wagner abandonen el partido representado por el color magenta. Finalmente Ciudadanos y UPyD concurrirán por separado en los próximos comicios municipales, autonómicos y generales. Un error garrafal por parte de Díez, que dominada por su soberbia infinita llevará a su formación política al ostracismo más absoluto. Ciudadanos, el partido liderado por Albert Rivera crece en intención de votos, sin embargo en solitario no serán capaces de vencer ni a los dos grandes partidos tradiciones y dominantes, ni a la todopoderosa formación populista-marxista PODEMOS.

La arrogancia de una señora ansiosa de poder. El afán por controlarlo y dominarlo todo. La falta de transigencia. Todos estos factores conducirán a Rosa Díez y al partido que lidera a la nada más absoluta.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

2 comentarios:

Tinosoft dijo...

Tu país aún tiene esperanzas, en México sólo hay partidos de izquierda y extremo-izquierdas u_u

Anónimo dijo...

No es cierto que el partido Ciudadanos sea de centro-derecha. Según su ideario nace:'por el vacío de representación que existía en el espacio electoral de centro-izquierda no nacionalista'.