Estimados y loados lectores, un día más retorno en aras de
proseguir con mi esencial labor escritural, aunque mi retorno no ha sido del
agrado de demasiados, he de recalcar que estos infames no lograrán mi retirada
nuevamente. Sin más dilación procederé a exponer el asunto que en el día
presente me ha sido encomendado por las fuerzas de la lógica aplastante.
¿Debería el gobierno español apostar por la promoción de la lectura de una manera más
rotunda?
Nos hallamos en un país en el cual el hábito de la lectura
nunca ha estado excesivamente extendido, pues por regla general, los españoles
han sido propensos a distracciones más baladíes. La cultura literaria siempre
ha brillado por su ausencia en la ignorante España; sin embargo, esta
antiquísima nación ha cosechado grandes literatos que se han convertido en
referentes literarios no sólo en España, sino en el mundo entero. No obstante,
me apena admitir que nuestros autores nacionales son más leídos en el
extranjero que en casa.
En tiempos pasados la mayoría de la población era iletrada,
ya que tenía difícil acceso a la educación; pero, hoy en día nos encontramos en
una era donde casi la totalidad del pueblo ha recibido al menos educación
básica, estando suficientemente capacitados para leer y escribir: sin embargo, a
pesar de la capacitación lectora, el pueblo, en su mayoría decide no dedicar
demasiado tiempo a la lectura de ningún tipo de contenido que sea ajeno a las
aplicaciones de los "smartphones" y a los subtítulos de los
videojuegos. ¿Quién o qué es responsable de tal propensión?
La política cultural llevada a cabo por el gobierno español
desde la instauración de la democracia ha dejado lamentablemente mucho que
desear. Los elevados precios de los libros, debido esto a los estratosféricos
impuestos han provocado la consecuente pérdida de interés de los potenciales
consumidores de literatura. ¡Qué despropósito! Para más inri, hemos de añadir
la proliferación del sector audiovisual que por su indudable atractivo
sensorial conduce a la juventud a establecer una clara preferencia por él en
detrimento de la más rudimentaria "caja de palabras" (metáfora de
libro).
Infinidad de
investigaciones científicas avalan las afirmaciones sobre lo sano para la mente
de la práctica usual de la lectura. Otra de las ventajas de leer es su
potencial para conformar individuos con una rica "inteligencia
creativa". Tampoco hemos de obviar el aumento de conocimiento léxico
experimentado tras una continua práctica lectora.
Queridos hermanos, nos aguarda un futuro conformado por ignorantes alfabetizados.
Queridos hermanos, nos aguarda un futuro conformado por ignorantes alfabetizados.
"La lectura es a la mente lo que el ejercicio al
cuerpo." Joseph Addison (1672-1719)
Ensayista, poeta y dramaturgo inglés.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
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