jueves, 15 de abril de 2010


Indignado me encuentro, como es posible que en esta moderna sociedad todavía haya cabida para el sanguinario y penoso espectáculo de los toros. No comprendo como es considerado como patrimonio cultural nacional a algo tan sumamente asqueroso e inmaduro. Un torero tortura lentamente al toro, éste la mayoría de veces sale de la plaza medio muerto o quizá sin vida por completo. Todo la plaza alaba las peripecias del torero, todos se mofan del pobre animal, observan lentamente como la cruel tortura que se efectua hasta dejar al indefenso animal casi sin vida. Internacionalmente esta actividad es vista como un lamentable acontecimiento, como es posible que la humanidad se comporte tan cruelmente con el resto de los seres naturales. Personalmente pronostico que le quedan pocos años a la tauromaquia, cada día más gente se percata de la brutalidad de esta actividad, y empatizan con el sufrimiento del toro. Muchos "bárbaros" disfrutan con tal "espectáculo", afirmando que es "typical spanish" y que los antitaurinos respetemos su decisión de ir y disfrutar del arte más sangriento actual. Pues bien, a todos los taurinos, analizad que es la tauromaquia, algo despiadado por completo, el placer de ver morir diría yo. Le mando desde aquí mi más sincero apoyo a todas las organizaciones antitaurinas, y les digo que pronto conseguiremos la abolición de los toros.

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