jueves, 6 de mayo de 2010



Estimados lectores, el tema que hoy me concierne es altamente delicado, pues sobre fútbol éste trata. Desde hace tiempo vengo percatándome de como el tema futbolístico invade distintas parcelas culturales desprestigiándolas y reduciendo su tiempo de conversación. 

Todo ser europeo por no decir mundial, día tras días conversa sobre fútbol con sus amistades y familiares sin cese. Un deporte que se adentra en nuestras mentes y las monopoliza. Osaría decir que del total de conversaciones habladas diariamente, el "tema balompédico" ocupa porcentualmente un 95%, ¿sano es esto?, ¿irrespetuoso con lo verdaderamente importante?

Óiganme mis estimados lectores, lógicamente  es altamente majadero y desconsiderado tratar continuamente de lo redundante. Tales individuos que gozan al realizar tal cosa, de facto que insultan a las mentes libres de tal afición de juego. Les ruego que hagan una rápida reflexión para verificar lo aquí expresado y así poder comprender profundamente el sentido más literal de mis palabras.

Diferentes disciplinas vitales superan ampliamente a esta pasión esférica, sin embargo son discriminados y desfavorecidos por los amantes de la cultura monótona y despiadada, con incluso sus parientes temáticos, refiriéndome al resto de actividades deportivas. Les recuerdo que en publicaciones deportivas prima el caudillo protagonista, el señor balón, marginando y excluyendo a las pasiones restantes. En definitiva, bello es tal osado deporte, sin embargo todo en su justa medida es lo adecuado.

1 comentarios:

Carlos Pérez dijo...

El problema no es el fútbol. Es la prostitución del mismo, pues está dominado por el dinero y la prensa. Y hacen lo que quieren con él, pues mucha gente parece no saber pensar ni tener rigor ni criterio.

Un saludo