Actualmente no es extraño percibir un cierto culto a la ignorancia, una alabanza a la incultura, un prestigio social que gozan aquellos que no lo merecen, gentes refugiadas en su burdo estatus de perdedores, de no inteligentes voluntarios, con el mero objetivo de resguardarse de la verdad y así poder confeccionar la tergiversación de lo importante con lo banal.
Son conocidos sobradamente por todos aquellos programas televisivos, que ridículamente y con fines perversos cobijan a los calificados desde este instante como “insidiosos frustrados”. Éstos incapaces de aceptar su nauseabunda condición dan rienda suelta a sus instintos más sórdidos de hipercrítica injusta y baladí, presionando a sus víctimas hasta la muerte social y la depresión personal más profunda. Su popularidad entre los de su misma condición los convierte en monstruos intocables y no criticables. Sin embargo lo más trágico de esta kafkiana actualidad es sin duda alguna la innegable abundancia de nuevos discípulos de los “insidiosos frustrados”, que persiguen su estela para convertirse en las nuevas estrellas de la absurdez, del cinismo, de la hipocresía y de la maldad nimia.
Estimados lectores, con tales concisas descripciones psicológicas desvelarán que personajes ampliamente famosos encajan con lo expuesto, como pieza de un inabarcable puzle que halla su sitio natural. Todo lo acaecido es complejamente triste, pues representa la mentalidad de una sociedad que se transforma en necia, y que para más inri, se siente maravillosamente orgullosa de ello. La intelectualidad es descuidada constantemente y su legítima importancia sustituida por superficialidad inútil, pues tal característica lleva a los que la padecen a ser improductivos para la humanidad, dando lugar a mutar en seres consumistas del producto proveniente de los verídicos dioses productores, infravalorados, pero jupiterianamente poderosos intelectualmente. Pues estos son controladores y entrenadores de sus capacidades mentales, trabajadores que no cesan de superarse en la perfección ideal para el arduo fundamente lógico de avanzar hacia el éxito en todos los aspectos de la vida moderna-tecnológica-científica.
Un virus se propaga como antaño la terrible peste, sólo que en esta especial ocasión, tal virus se propaga mediante la transferencia de ideas perniciosas para el desarrollo psicológico individual. Sólo unos pocos son inmunes a esta pandemia, y otros suficientemente enérgicos como para resistirla y refutar los postulados de la trivialidad permanente que se pretende infundir. Es realmente jocoso observar como comienzan a existir doctores en “filosofía de la banalidad”, que se rodean de honores ficticios e irrelevantes para disfrazarse de sabios, ejemplificaré lúcidamente algunos de los honores ficticios más usuales que utilizan:
1 .Experimentación consecuencia de la edad, utilizar ésta como símbolo de conocimiento.
2. Rebasamiento de normas cívicas, o radicalización contra la norma con objetivo de sobresalir.
3. Manejo de la estética pasajera.
4. Ignorancia relacionada con lo ético y científico.
5. Supravaloración de deportes carentes verdaderamente de curiosidad racional.
6 .Exaltación de lo Dionisiaco y amplio rechazo a lo apolíneo (léase significado de Dionisiaco y apolíneo en la parte inferior de la página)
7. Capacidad nula de reflexión ético-lógico-abstracta tanto interna como externa.
8. Reserva de las capacidades intelectuales para el uso frívolo de las mismas.
Obviamente citaría más honores ficticios que de átomos el universo se encuentra compuesto, mas no tengo tiempo ni ganas de hastiarles en exceso. Me sería de gran agrado finalizar esta cruda pero real introspección sintetizando todo lo expresado en un breve y humilde postulado, en el cual queda capturada la esencia de la idea expuesta de manera clarividente:
“Alabanza a lo rechazable, rechazo a lo alabable, fruto de la tergiversación de lo importante”
Dionosiaco: relativo al Dios griego Dionisos, caracterizado por su personalidad animalizada, y su afición al vino, los placeres y lujurias, lo desenfrenado como adjetivo definitorio de su esencia divina.
Apolíneo: relativo al Dios griego Apolo, caracterizado por su personalidad perfeccionada, y su intelectualidad y sabiduría supremas, adjetivos definitorios de su esencia divina.
ARTÍCULO ESCRITO POR JESÚS KUICAST.
Http://www.twitter.com/jesuskuicast
Culto a la ignorancia by Jesús Kuicast is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Permissions beyond the scope of this license may be available at jkuicast@gmail.com.
Permissions beyond the scope of this license may be available at jkuicast@gmail.com.
5 comentarios:
Una vez más, tu talento es manifiesto
ai dios mio! este escrito refleja a muxos conocidos sin duda!
Estoy totalmente de acuerdo, y esto se suma a la banalización de la educación. Ejerzo la docencia y veo con tristeza cómo cada día se les facilita más las cosas a los alumnos, que por cansancio nos ganen y terminemos aprobando con conocimientos menos que mínimos, a costa de cada vez más trabajo para nosotros, recuperatorios de recuperatorios y mesas de exámen multitidinarias, junto a la persecusión de los directivos "porque tenés el 80% desaprobados..."En fin. Es más que claro que se avecina el fin de la cultura occidental...
Me ha gustado mucho. Demasiada terminologia para mí. La televisiva/incultura ha dejado de ser un entretenimiento para alcanzar el rango de profesora de masas. Un producto malicioso se repite y marketiza continuamente, la udiencia lo repite y el resuntado: lo correcto es lo que todo el mundo hace igual, es decir, la incultura/maliciosa se vuelve norma.
Es demasiado increible. Espero que la gente pueda leerte y salir de la cueva, mi amigo Helios.
muchas gracias a todos por vuestros sabios comentarios, los valoro mucho y los tomo en cuenta.
Publicar un comentario