Vivir en la incertidumbre del que explora es lo que micorazón
humanollama arriesgarse.
No habría evolución en ese niño ávido de experiencias si no
tratara de ver y experimentar todo aquello que nunca antes conoció.
Elijo vivir cuando acepto saltar a ese lugar, que, desconocido,
me conduce a nuevas vivencias donde podré conocerme más.
La comodidad y el conformismo son un dulce veneno a mi chispa
vital, a mi alegría de vivir, a mi aprendizaje.
Pisar siempre terreno conocido me impide progresar. Porque “si
hago lo que siempre he hecho obtendré lo que siempre he obtenido”….
Saltar al amor, elegir arriesgarme es entender que nada es
eterno porque los aprendizajes se suceden uno tras otro.
Llegado el final de la
lección, agradeciendo lo vivido,me despido con la satisfacción de haber tenido
esa experiencia
No hay mayor tristeza que la del transeúnte que, con sus piernas
paralizadas, intuye que tras la espesura del bosque se abren millones de
expresiones de vida.
Cuando elijo entrar en lo desconocido, los fantasmas del miedo y
la duda desaparecen ya que no encuentran alimento en mí.
Ante la angustia paralizante, camino, avanzo, transito. No habrá
lugar para el aburrimiento ni la desgana, ya que todo se convertirá en un
fascinante viaje donde las
sorpresas me mantendrán en un rejuvenecimiento constante porque estaré en
eterno contacto con mi niño interior, con aquel que bebió del elixir de la
eterna juventud.
Mariví
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