lunes, 3 de febrero de 2014


Nos encontramos en una situación crítica, donde los políticos dominan hasta la escena musical de este país, la cual nos pertenece; por tanto, esto no puede quedar así.
Dejando esto claro, hay varios puntos que tratar: El primero, la censura. Vamos a ver, “queridos” políticos, “querido” gobierno, ¿por qué? ¿no se supone que esto es una democracia? Si no me equivoco, la democracia defiende valores tales como la libertad de expresión, tanto artística como ideológica. Pero esto, esto es inútil, es inútil quejarse, porque normalmente los que nos solemos movilizar en estas batallas somos gente afectada, gente de música, y he ahí el problema, los snobs del congreso nos tienen como una tribu urbana de apestados y desoficiados, y deciden controlar ellos mismos algo que nos pertenece. Muchos grupos se ven afectados de una manera tan notable, que tienen que descartar la posibilidad de publicar sus trabajos. Y no debemos olvidar nunca que la música debe salir del corazón, guste más o menos, y la que no sea así, no vale.
Segundo punto; esa absurda norma de que exige ser mayor de edad para poder entrar a los conciertos. Pero no fastidies, entonces ¿un menor no puede entrar a un concierto, pero una chica sí que puede abortar sin necesidad de que sus padres los sepan, siguiendo las normativas actuales implantadas por este idiota gobierno. VENGA POR DIOS!!
Los músicos han sido gente que ha luchado mucho a lo largo de los años, y en épocas con pensamientos mucho más rígidos, y al final siempre han logrado tener ese compromiso social con la gente. ¿Por qué nosotros no podemos hacerlo igual? Pues yo lo diré, porque somos una generación acomodada, de caparazón rebelde, pero de espíritu conformista. Concretamente, el rock, ha decaído mucho, pero no porque la música que se haga ahora no sea de calidad, sino que se ha olvidado la razón por la que se componía.
Debemos hacer algo…

Artículo escrito por Antonio Alarcón Menchón.

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