Nos encontramos en una situación
crítica, donde los políticos dominan hasta la escena musical de
este país, la cual nos pertenece; por tanto, esto no puede quedar
así.
Dejando esto claro, hay varios
puntos que tratar: El primero, la censura. Vamos a ver, “queridos”
políticos, “querido” gobierno, ¿por qué? ¿no se supone que
esto es una democracia? Si no me equivoco, la democracia defiende
valores tales como la libertad de expresión, tanto artística como
ideológica. Pero esto, esto es inútil, es inútil quejarse, porque
normalmente los que nos solemos movilizar en estas batallas somos
gente afectada, gente de música, y he ahí el problema, los snobs
del congreso nos tienen como una tribu urbana de apestados y
desoficiados, y deciden controlar ellos mismos algo que nos
pertenece. Muchos grupos se ven afectados de una manera tan notable,
que tienen que descartar la posibilidad de publicar sus trabajos. Y
no debemos olvidar nunca que la música debe salir del corazón,
guste más o menos, y la que no sea así, no vale.
Segundo punto; esa absurda norma de
que exige ser mayor de edad para poder entrar a los conciertos. Pero
no fastidies, entonces ¿un menor no puede entrar a un concierto,
pero una chica sí que puede abortar sin necesidad de que sus padres
los sepan, siguiendo las normativas actuales implantadas por este
idiota gobierno. VENGA POR DIOS!!
Los músicos han sido gente que ha
luchado mucho a lo largo de los años, y en épocas con pensamientos
mucho más rígidos, y al final siempre han logrado tener ese
compromiso social con la gente. ¿Por qué nosotros no podemos
hacerlo igual? Pues yo lo diré, porque somos una generación
acomodada, de caparazón rebelde, pero de espíritu conformista.
Concretamente, el rock, ha decaído mucho, pero no porque la música
que se haga ahora no sea de calidad, sino que se ha olvidado la razón
por la que se componía.
Debemos hacer algo…
Artículo escrito por Antonio Alarcón Menchón.
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