La periodista española Letizia Ortiz Rocasolano se enamoró locamente de un hombre, mas ese hombre no era como el común de los mortales, sino que se trataba del mismísimo príncipe de Asturias, el legítimo y futuro sucesor de Juan Carlos I, Rey de España. Felipondio ha de suceder a su padre en su esencial papel neutral, en aras de mantener la suprema e indivisible unión de la nación española.
¿Fue un amor desinteresado?, Letizia, ¿se enamoró del hombre, o del sucesor a la corona española? Algunos no arribamos a comprender como la señorita Ortiz cambió su vida profesional brillante, libre y coherente con sus convicciones ideológicas, para convertirse en cónyuge del príncipe Felipe, y de esta manera adentrarse en la institucional "Casa real española". ¿Fue movida por su megalomanía y excesiva ambición?
Hay más de dos millones de niños que pasan hambre en España, y la "princesita sin sangre azul" se dedica a ir de shopping, a esquiar y a lucir atuendos que el mayor común de los mortales jamás podrán ni soñar poseer. Para más inri, es distante y desagradable con la prensa, que lógicamente está presente en su vida de derroches
por su posición principesca.
"ESA VA A SER LA REINA DEL CARNAVAL, NO DE ESPAÑA, SI PUEDO ELEGIR"
Artículo escrito por Jesús Kuicast
1 comentarios:
Unos tanto y otros tan poco......El papel de la casa Real es representativo......obsoleto bajo mi punto de vista..
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