jueves, 13 de febrero de 2014


En esta etapa de profunda crisis socioeconómica en la que el miedo y la crispación inundan nuestro entorno, mi mirada cambió su rumbo.

El constante bombardeo acerca de la corrupción, nos inducen a sentir que estamos hundidos en un pozo sin fondo; que dependo del cambio exterior para encontrar nuevas posibilidades.

Mis días transcurrían en una zona de comodidad que me daba el tener un sueldo seguro y estable. Llegaron los recortes económicos, pero mis necesidades continuaba: yo seguía teniendo la necesidad de comer todos los días y la responsabilidad de mantener un hijo.

Es evidente que la economía se tambalea, pero no me da credibilidad el hecho de que los medios de comunicación sólo hablen de lo negativo, del caos, del desastre, de la corrupción….existe otra realidad, otras posibilidades.
 Por definición, al igual que hay sombras hay luz. Y para que se construyan realidades mejores han de terminar las que no funcionan. Hacerme creer que todo es negativo es un modo de manipulación ante el que me niego a sucumbir.

Dejé la queja contínua y el miedo paralizante que me restaban energía y me sumían en la oscuridad. Y haciendo mía la frase de la madre Teresa de Calcuta que hablaba de estar “a favor de la paz y no en contra de la guerra”, comprendí que toda crisis es una oportunidad de cambio.

Y así me atreví a hacer cosas que antes, en la comodidad, ni me planteaba. Y ví que si estos esquemas tradicionales no funcionan habrá que crear una nueva realidad. Pero no espero a que desde fuera vengan nuevos políticos, ni nuevas estructuras sociales para encontrar mi rumbo. Hago el cambio desde dentro,  desde mi persona, desde lo que depende de mí.

Con el pensamiento y la seguridad de que es posible, encontré un camino que me apasiona, acorde con mis dones, en el que me estoy formando y me abre nuevas  y apasionantes posibilidades. Busqué y me atreví a actuar cuando el vértigo quería detenerme.
Y así dejé de preocuparme para ocuparme. Me negué a sucumbir al miedo.

En esta revolución, mientras los activistas hacen lo suyo, yo elijo mantener la luz de la esperanza que busca nuevos caminos.
 Y así, desde distintos frentes,  ayudamos a crear una realidad distinta.


Mariví

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