Y no podré ser bienhechor, lo lamento tanto mis hermosos lectores, pues en el día presente la suprema dirección celestial me ha revelado que he de arremeter sin más dilación en contra de Karmele Marchante. Todos somos conocedores de la larga trayectoria de esta sublime y pusilánime periodista telecinquera. En sus inicios fue más grande que la mismísima Rocío Jurado. Una periodista curtida en la prensa escrita, correspondal internacional trabajando para la UNESCO, llegó a la cima como directora de una revista llamada "Star" que tuvo entre sus haberes reportajes del supremo Michael Jackson.
Una informadora de un prestigio incalculable. Todo ello acabó para siempre un buen día en el que la señorita Marchante comenzó a llevar una mala vida como profesional de la información, pues se adentró en los tenebrosos espacios televisivos de la prensa rosa, o mejor dicho roja, por los litros de sangre que hacen sudar a sus criticados. Karmele con Tómbola, Karmele con Sálvame. La que antaño fue respetada más que la reina de España ha caído más bajo que Carmen de Mairena. Sus dantescas aventuras han consternado a millones de españoles, pues llegó a presentarse como candidata para representar a España en el festival de Eurovisión, sí, ese mismo festival de mierda en el que este año nos representa la soberbia Ruth Lorenzo.
Karmele ,acosada sin piedad por los colaboradores del infernal programa televisivo "Sálvame", ha sido calumniada e incluso ridiculizada nacionalmente por estos demonios. RETÍRATE YA QUERIDA....
Jesús Kuicast
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