lunes, 31 de marzo de 2014


Bendito el que viene en nombre de la Verdad. Mis imprescindibles e inteligentes lectores, vuelvo un día más con la firme determinación de tratar cualquier asunto que merezca ser tratado. Sin vanas pretensiones manipuladoras, regreso con el sublime objetivo de expresar mi opinión y la de muchos, ¿no es éste, un mundo de opiniones? Mis artículos pueden parecer sensacionalistas, oníricos y tremendamente reaccionarios. Las apariencias engañan...no lo obvien sus excelencias. Mis artículos son peculiarmente extravagantes en su escritura, pero claros en su mensaje esencial. En el día presente me aventuro a tratar un asunto colosalmente polémico, por lo tanto intentaré ser cauto y moderado en aras de no herir la sensibilidad de ningún lector.

Comenzaré preguntando, ¿qué opináis de los sacerdotes de la Iglesia Católica? Muchos de vosotros osaréis calumniar como forma de respuesta, otros estaréis dubitativos sobre qué replicar, y algunos de vosotros al leer las palabras "sacerdote católico" sentiréis un gozo desmesurado en vuestros corazones. Los sacerdotes, también llamados "curas" debido a su poder para sanar las almas, son esos hombres honrados, responsables y espirituales que dejan todo para caminar de la mano del Señor. Desdeñan la materia, aborrecen el consumismo para adentrarse en la más profunda austeridad. Hijos de Dios que vocacionalmente dedican su vida entera a la predicación del evangelio, a dar testimonio de Cristo, a guiar a la humanidad hacia la luz. Son célibes, con el objetivo loable de servir y pensar en la divinidad, no teniendo que dedicar tiempo al cuidado de una familia. 

"Andando Jesús junto al mar de Galilea,  vio a dos hermanos,  Simón,  llamado Pedro,  y Andrés su hermano,  que echaban la red en el mar;  porque eran pescadores. Y les dijo:  Venid en pos de mí,  y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces,  dejando al instante las redes,  le siguieron." 
Mateo 4:18-20. (Lo dejaron todo para seguirle)


¡Sin mujer ni hijos!,¿no se sentirán en soledad? Jamás, ya que la Santísima Virgen María cuida de ellos, proporcionándoles el amor maternal y su dulzura castísima y purísima. El magnánimo San José María Escrivá de Balaguer afirmaba: ¿Cuál es la identidad del sacerdote? La de Cristo. Todos los cristianos podemos y debemos ser no ya alter Christus sino ipse Christus, otros Cristos, ¡el mismo Cristo! Pero en el sacerdote esto se da inmediatamente, de forma sacramental (Amar a la Iglesia, 38).

Si bien es cierto y verdad que existen muchos sacerdotes que han obrado inicuamente, éstos son como gotas en una océano, pues la mayoría de la divina clase sacerdotal trabaja por la santidad. Empero no hemos de olvidar que: ¡Son humanos, y errar es propio del humano! Aquellos que han transgredido las normas de la Santa Iglesia Católica en cualquier ámbito deben ser excomulgado súbitamente, y si sus actividades pecaminosas son punibles han de ser puestos a disposición judicial. Un sacerdote es un representante de Cristo. Una gran responsabilidad requiere un gran poder. Un sacerdote perturbado es un cáncer para la Iglesia, pues mancha el nombre de esta, desvirtuando y provocando además que los buitres diabólicos comiencen a merodear, esperando engullir...


Quiero recordar sobremanera a aquellos sacerdotes que fueron injusta y brutalmente asesinados durante la segunda república española. Estén con Dios, nuestro Señor.


Artículo escrito por Jesús Kuicast.

1 comentarios:

Tinosoft dijo...

Además ellos tienen cuatro actividades esenciales:

-Como todo ser humano, necesita alimentare y divertirse, suele hacer tertulias entre sus feligreses y colegas (cuando están de seminaristas) para unir más los vínculos entre las personas.

-Estudian, para entender la palabra de Dios, ya sea de manera filosófica y teológica; así como también responder las dudas.

-El servicio (también llamado apostolado) como por ejemplo ir de visita a los asilos, apoyar a los pobres, etc.

-En lo espiritual, ellos necesitan mucho tiempo de oraciones, rezos y horas santas para fortalecerse.

Viví como seminarista por un día, la verdad su labor si es algo pesada y ahora no tengo la menor duda de que son guías de la luz.