jueves, 8 de mayo de 2014


Queridísimos lectores, me descubro nuevamente antes sus excelencias como un mero confesor de ideas quizá encontradas, mas constatadas. Hoy es un día de júbilo para todos, porque así lo afirmo yo y punto pelota. Algunos lúcidos de mente se cuestionarán el porqué de tal regocijo presente. Mis estimados y benevolentes seguidores, tengo el sublime honor de comunicarles que el programa televisivo "Alaska&Coronas" ha llegado a su término. ¿No es el señor Kuicast (yo) fiel admirador del mundo alaskiano?

Oh! Si bien es cierto que la polifacética Olvida Gara, más conocida como Alaska es una señora que goza de todos mis terrenales respetos, también tengo el necesario deber de comunicaros que nos hallamos en las antípodas ideológicas. Alaska es una mujer culta, original y visionaria. Nadie debería aventurarse a negarle tales atributos. Lleva treinta años reinventándose, atrayendo y seduciendo generación tras generación. La señorita Gara surgió de la movida o "zombieparty" madrileña, un auténtico despropósito existencial, pues no conozco movimiento cultural que sea más indecente, imprudente y perjudicial. En todo el mundo es conocido como un movimiento de apertura mental, ideológica, artística...pues surge en los albores de la democracia española, tras la muerte de Francisco Franco, difunto jefe del estado. Yo lo calificaría como un movimiento de locura contagiosa.

Los años han transcurrido, Alaska siempre ha conseguido actualizarse, a pesar de sus peculiaridades muy particulares. Su grupo musical "Fangoria" no cesa de cosechar éxitos, lo que la convierte en un personaje de primerísima actualidad musical y también personal, debido esto a la fama que ha adquirido su marido, Mario Vaquerizo, un ser nada agradable y que empobrece intelectualmente a la humanidad. Un señor gracioso y ambiguo que puede resultar hasta insoportable. La pareja más extravagante de España vende, generando ingentes cantidades de dinero.

La inteligentísima Alaska comenzó no hace muchos meses un programa en colaboración con el humorista Coronas, el cual tiene menos gracias que el hormigón de una carretera. Un magazine cultural que ha destacado por ensalzar sobre todas las cosas, los valores morales de la tolerancia y el respeto. No obstante su obvia inclinación hacia el posmodernismo, así como sus constantes alusiones al progresismo izquierdista han provocado en mí y en muchos otros una sensación de rechazo apenado. Ya me conocen ustedes, ¡no comulgo con ruedas de molino! Así que escrito todo esto, he de afirmar vehementemente que me alegro sobremanera del fin de este programa cultural.

PD: Todos mis respetos a la señorita Olvido Gara

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

0 comentarios: