sábado, 21 de junio de 2014

Algunos no dudan en calificar a Corea del Norte como el país más hermético del mundo. Una nación ermitaña, donde la vida de los ciudadanos está subyugada a los designios de su paranoico líder. Corea del Norte está dominada por la sucia e hipócrita ideología comunista, adaptada a la coyuntura geotradicional (juche). Pocos extranjeros pueden entrar al país más impenetrable del mundo, y sólo aquellos que son autorizados para adentrarse en el sombrío territorio, son vigilados y controlados constantemente por oficiales del régimen criminal.

La población subsiste medievalmente. Apenas hay coches. Las autovías están pulcras y desiertas. Una paranoicocracia similar al nazismo, en la cual los líderes son considerados auténticas divinidades. El fundador de esta gran tragedia histórico-política es Kim Il Sung, declarado Presiente eterno tras su fallecimiento. Las gentes sometidas a este sectario régimen se ven obligadas irremediablemente a peregrinar hacia el mausoleo del "eterno presidente" cual musulmán peregrina hacia la Meca. Música folclórica repleta de mensajes explícitos hacia los líderes inunda la atmósfera sonora norcoreana, provocando una cierta hipnosis colectiva. Los medios de comunicación y su programación están al completo servicio de los intereses manipuladores de la secta nacional.

Las escuelas adoctrinan a los niños y niñas desde temprana edad. Deben aprender dos mandamientos dogmáticos fundamentales; 1.Estados Unidos es el enemigo acérrimo de su pueblo, 2.Su líder es igual o superior a Dios. En documentales realizados por valientes periodistas entregados a la causa, hemos podido visualizar como los niños estallan en cólera al escuchar el nombre del país enemigo por antonomasia. El infierno es Norteamérica, y todo buen alumno debe proclamarlo a los cuatro vientos si desea ser reconocido como un coreano valiente de primera. Las mujeres son enseñadas para ocuparse de los menesteres hogareños. Diosas reducidas a perros.

El maligno y hosco régimen sólo permite un número limitado de "cortes de pelo" para hombres y mujeres. Cualquiera que tenga la suprema osadía de llevar el pelo como le plaza es velozmente ajusticiado. Todo en el país liderado por el nieto del eterno presidente-Dios Kim Il Sung, está absoluta, total y escrupulosamente examinado. Aquellos que no sucumben al éxtasis colectivo, y se percatan de la atroz realidad, intentan loablemente escapar hacia la vecina democrática, Corea del Sur. La mayoría son interceptados, ejecutados o conducidos a campos de trabajos forzosos, o sea, de concentración.

Un pueblo muerto de hambre, muerto en vida. No obstante sus "Dioses" y privilegiados viven una vida de derroche, excesos y lujuria. En España padecemos la triste realidad de tener a uno de los nuestros, Alejandro Cao de Benós, como primer representante occidental del infernal régimen de Corea del Norte. ¡Qué verguenza!,¡cómo un hombre que ha vivido en democracia puede representar a tal dictadura genocida!

Difunde este artículo por doquier, todo el planeta tiene que saber lo que sucede en Corea del Norte.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

0 comentarios: