viernes, 25 de julio de 2014


Benevolentes y serenísimos lectores, me colma de un gozo áureo que no admite descripción, su fidelidad ilimitada para con mis gloriosas publicaciones. El apoyo del público lector no es baladí, es de suma importancia para un escritor, es el alimento de todo buen "artista de las palabras". Los años se suceden en en la línea temporal, y aún continúo vivaz como el primer día, anheloso de poder manifestar mis firmes convencimientos sobre cuestiones diversas. Soy plenamente consciente de la animadversión que provocan mis breves tratados para aquellos que se deleitan en los placeres estériles del mundo sensible. Mas como habitualmente reitero; nadie (excepto Dios) podrá acabar con mi menester opinador. En el artículo presente me dispongo a tratar un tema que me enerva sobremanera. Por consiguiente seré un tanto ácido en mi crítica, y no es traidor el que avisa con antelación. Excelencias, detesto y creo que es ciertamente contraproducente para la sociedad el libro titulado "Cincuenta sombras de Grey."

Nos hallamos inmersos en un mundo perturbado, en un espacio cósmico invadido por el pecado más aberrante. Atrás quedaron los bienaventurados años de la rectitud moral. La escritora británica E.L.James es la autora de esta magna obra tenebrosa; ¿pues es admisible el fomento de las diabólica prácticas sadomasoquistas en una sociedad lamentablemente ya de por sí hipersexualizada? La autora británica nos muestra en su amoral novela como un rico ejecutivo practica actos sexuales amorales y aberrantes con una joven estudiante de veintidós años. ¿Es hermosa una historia en la cual las fantasías heréticas y enfermizas de un hombre se hacen reales junto a una joven confusa? Esta basura novelesca se ha convertido en un best-seller mundial, millones de copias han sido adquiridas por habituales lectores así como por individuos motivados por el sombrío erotismo que caracteriza la blasfema historia. Como bien saben ustedes, yo soy escritor de ficción, y les puedo asegurar y aseguro, que si yo tuviese la osadía de escribir una obra de tal índole, me arrepentiría de ello el resto de mis días. Atentaría contra los principios sagrados.

Un extraño fenómeno ha tenido lugar a consecuencia de la publicación de esta "biblia infausta", pues las "amas de casa" y "solteronas/divorciadas cincuentonas" han despertado un atípico interés fanático por la lectura de este bodrio moral. ¡Sodoma y Gomorra han resurgido; la corrupción moral se apodera de la humanidad!,¡en los últimos tiempos la confusión se apodera de los humanos; ¡perdiendo éstos la imprescindible facultad para diferenciar el bien del mal!

No se ha de permitir que tal libro infame caiga en manos de niños o adolescentes, pues las consecuencias podrían ser terribles para el natural desarrollo de la sana sexualidad de este sector poblacional. El acto sexual se ha de practicar sólo y exclusivamente por motivos reproductores dentro del santo matrimonio. Toda acción biológica natural fue creada con un propósito divino determinado, si la acción se desvía de su verdadero cometido, se convierte en inútil y perniciosa. Hemos de inducir a la gente de todos los sectores poblacionales a la práctica continua de la virtuosa cristiana conducta. La mente no debe ser contaminada por fantasías depravadas y envilecidas, ¿cómo prevenir tal aberrante contaminación? Mediante "la quema y eliminación sistemática" de todo aquel material literario o audiovisual de contenido tétricamente obsceno. La pulcritud mental debe ser atributo fundamental de todo ser decente y digno.

La ejecución de una acción presenta el siguiente proceso que expondré esquemáticamente:

INFLUJO EXTERNO>>IDEA-CONCEPTO>>PRÁCTICA
INTELIGIBLE(FANTASÍA MENTAL)>>PLANTEAMIENTO DE VIABILIDAD EN EL MUNDO MATERIAL>>FACTIBLE EN EL MUNDO MATERIAL>>PRÁCTICA DE LA ACCIÓN.

Si nos centramos en el esquema creado acerca del proceso de ejecución de una acción, concluimos naturalmente en la necesidad de controlar el primer paso del proceso: "Influjo externo". Si tal influjo es escrupulosamente dominado, no arribará jamás a convertirse en "idea"; y por ende introducirse en la psique humana . Por consiguiente, evitaremos de manera acertada que prosiga el proceso de ejecución de la acción. Para discernir qué influjos externos son positivos y cuáles son negativos, necesitamos una disciplina moral, preferentemente cristiana. La moral cristiana está insertada de manera innata en nuestra mente y corazón, prueba de ello es la conciencia (conocimiento interior del bien y del mal), intrínsecamente ligada al sentido común del que está dotado todo ser humano en sano juicio. Los poderes malévolos del mundo instigan a los ciudadanos del planeta a viajar hacia el "valle de las sombras", mediante burdas falacias posmodernas tramadas por los viles conspiradores del mundo. "Cincuenta sombres de Grey" no merece ser leído.

Queridos hermanos y hermanas, yo os exhorto a propagar este mensaje de saludabilidad mental y a no sucumbir a la tentanciones del maligno.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

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