Felipe VI, El Líder que necesita España.

Estimadísimos y competente lectores, un día más me aventuro a expresar mi heterodoxa opinión acerca del mundo. Cada día el grupo de lectores kuicásticos aumenta, pues mis áureas verdades desprenden una luz cuyo fulgor y gloria no admiten descripción. Simultáneamente a la crecida de aquellos que aman "el sublime mensaje veraz", aumenta el despreciable sentimiento de odio, pues aquellos que moran en el "valle de las sombras" no tienen la aptitud indispensable para alcanzar a comprender los veredictos de la lógica trascendental. Axiomas irrefutables creados por el supremo primer motor incausado. Saludables amigos, el tema que hoy me concierne es como de costumbre colosalmente polémico, disculpad mi afición por lo controvertido, es una tendencia innata con la que llegué al mundo terrenal. ¿Es el nuevo rey de España, Felipe VI, el ideal líder de España?

Muchas han sido las protestas que se han hecho patentes desde el polémico anuncio de la abdicación de su majestad el Rey Juan Carlos I de Borbón. Muchos veteranos y nuevos republicanos veían una increíble oportunidad para satisfacer su sueño más inalcanzable, el establecimiento de la III república española. Todos unidos bajo la incorrecta bandera tricolor. España tomaría el relevo interrumpido de la fallida y podrida segunda república española. Sin embargo grande ha sido la decepción para todos aquellos que añoraban lo citado anteriormente, pues el heredero real mejor preparado de Europa ha sido proclamado constitucionalmente Rey de todos y cada uno de los españoles. Felipe de Borbón y Grecia ha ostentado el título de Príncipe de Asturias, como heredero de la corona, desde 1977 hasta 2014, tiempo suficiente para cultivarse en las rigurosas artes de la corona. El Rey Felipe VI estudió en Canadá donde obtuvo un premio especial por sus excelentes estudios. A su regreso a España recibió su instrucción militar sucesivamente en la Academia General Militar de Zaragoza, la Escuela Naval Militar de Marín y la Academia General del Aire de San Javier. Estoy seguro que aquellos que osan criticar deliberadamente a su Majestad el Rey, no tienen ni la mitad de formación que nuestro Augusto Señor Felipe VI. Posteriormente, nuestro brillante rey inició sus estudios en derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Habiendo obtenido unos magníficos resultados, decidió aventurarse a la realización de un máster de dos años en Relaciones Internacionales en la Edmund Walsh School of Foreign Service de la Universidad de Georgetown, en Washington D. C.

Dada su formación, podemos y debemos concluir en que es el líder estatal mejor preparado de España para ostentar la jefatura del estado, y el mando supremo de las fuerzas armadas. Un idóneo líder nacional destinado a la ardua tarea del arbitraje político, así como la defensa de la indivisibilidad de nuestra patria. Su Majestad Felipe VI tiene en sus manos la denominada "marca España", junto a la Reina consorte, Letizia Ortiz, deberán defender los interés de España por todo el planeta, así como sanar moralmente a un pueblo abrumado por la terrible crisis económica, que ha dado como resultado a impresentables como Pablo Iglesias y su partido, "Pablemos", ¿o era Podemos? Acompañado por la que un día fuera periodista, Letizia Ortiz, los verdaderos españoles estamos seguros de que su crucial misión será mucho más agradable y eficiente. La Reina Letizia es una mujer de suma inteligencia, una Señora que durante años se ha formado como Princesa de Asturias. Después de años de aprendizaje, ahora La Reina está a la altura de las circunstancias, deslumbrándonos con su excelsa belleza así como con su clarividencia innata. La Reina Letizia ha tenido una excelente mentora, la Reina Sofía, aquella que durante décadas ha destacado por su extraordinaria elegancia, inteligencia y prudencia.

La coronación de Felipe VI fue un acto formidablemente emocionante. Todos pudimos visualizar a través de televisión como el nuevo Rey juraba ante la constitución, y corroboraba su compromiso para con la gran España. Su Majestad leyó un discurso prudente, respetuoso y renovado. En su alocución recordó que España es en sí misma una nación heterogénea, una patria común donde cabemos todos. Catalanes, vascos, gallegos...Todas las comunidades autónomas contribuyen a la riqueza cultural de nuestro proyecto colectivo. Su Majestad expresó su respeto por la distintas lenguas cooficiales del Estado. Idiomas peninsulares que deben ser protegidos, enseñados y fomentados en su uso diario. El presidente de la Generalidad, Artur Mas, con su habitual faz de obtuso que le caracteriza, estuvo a punto de "arrodillarse en la tribuna y pedir perdón" por el embrollo nacionalista-nihilista que ha fomentado hasta límites inconcebibles. El Lehendakari vasco mostró faz inexpresiva, como es típico en el premier vasco. Para mí, Jesús Kuicast, el momento más emotivo de la proclamación fue cuando el presidente del congreso de los diputados, Don Jesús Posada exclamó gloriosamente: "Viva España, Viva el Rey". En ese momento me percaté de que con esfuerzo y sacrificio saldremos adelante y arribaremos a ser nuevamente "el anhelo del mundo". Al salir del congreso de los Diputados, aderezado especial y exclusivamente para la proclamación real, el Rey y la Reina saludaron a un pueblo orgulloso y feliz. Miles y miles de personas vitorearon a Su Majestad El Rey y a Su Majestad La Reina.

Los republicanos no se caracterizaron por la prudencia, pues como de costumbre la masa roja intentó boicotear el célebre día. No obstante les fue imposible, pues los cuerpos de seguridad del estado velaron por la paz general. Pudimos ver estupefactos como el que un día fue fascista redomado, Jorge Verstrynge, protagonizaba un espectáculo pueril reivindicando la III república. ¡Radicales izquierdistas por doquier!¡Me abruman por su insolente torpeza!

Fue un día histórico para la célebre nación española. Ha arribado un nuevo líder, aquel que consolidará la democracia y fomentará la cohesión.

Queridos hermanos y hermanas, oremos a Dios por España y su nuevo líder.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.