Bienaventurados e inteligentes
lectores, un día más me hallo dispuesto a expresar mis opiniones acerca de los
asuntos que inundan nuestra vida. Es tremendamente satisfactorio poder
disfrutar de la libertad de expresión en su máximo exponente. Helios y Sapentia
me permite tratar los asuntos pasados, presentes y futuros de manera subjetiva;
por lo tanto tengo el sumo privilegio de sentirme un opinante libre, cual
águila voladora. La mayoría de los ciudadanos españoles nos hallamos indignados
ante la manipulación mediática que ejercen las grandes corporaciones
audiovisuales en aras de satisfacer a gobiernos y poderosos, que en un
intercambio de favores, les conceden innumerables privilegios. Sin más dilación
trataré el asunto que hoy me concierne.
En la actualidad los ciudadanos españoles
estamos habituados al hecho de cada día sean anunciados por los medios de
comunicación nuevos casos de corrupción. Escándalos tras escándalos se suceden
diariamente. La corrupción en España es la reina de los males nacionales. Tanto
la izquierda como la derecha política se hallan sumergidos en las turbias aguas
del delito. No malgastaré palabras de este breve tratado en citar los casos de
corrupción que hasta la fecha han tenido lugar en nuestra nación, mas si voy a
destacar lo que éstos están provocando en las buenas gentes de España. El
partido que actualmente posee la gobernación del estado español, está untado de
barro hasta las pestañas. Muchos se aventuran a afirmar que el Partido Popular,
más que un partido político parece una mafia elegantemente organizada. No les
falta razón; ¿cómo es posible que la desvergüenza política arribe a estos
extremos?, ¿quiénes nos representan en las instituciones?, ¿unos ladrones de
guante blanco? Con este panorama nacional no es de extrañar que formaciones de
extrema izquierda como PODEMOS aumenten en intención de voto, y según las
últimas estadísticas esta organización izquierdista ya sería la segunda fuerza
política más votada de España. ¿Quién es el culpable del auge de los
extremistas? El PP y PSOE sobre todo. Ambos partidos han demostrado que la
honradez es un atributo ajeno a sus características colectivas e individuales.
Desde que la democracia retornó a nuestras vidas hace más de treinta años, los
ciudadanos no hemos cesado de sufrir la corrupción estatal. Queridos lectores,
no nos encontramos en una democracia, sino que estamos sometidos a una
cleptocracia.
La crisis política lleva años
azotando al país, conduciéndolo a la miseria más absoluta. La tasa de
desnutrición infantil es intolerable. Las familias que años atrás gozaban de
una vida digna, ahora no tienen nada que llevarse a la boca para poder
alimentarse. ¿Cómo un país del primer mundo ha podido dar lugar a esta penosa
situación? Sin embargo por si todo esto no fuera suficiente, los ciudadanos
arruinados y explotados por los empresarios, han de soportar como sus
dirigentes son cada vez más codiciosos, y aun siendo privilegiados
económicamente, siempre anhelan más, ¡malditos enfermos del dinero! En España
se respira tristeza, se huele desesperación, se descubre miseria. No obstante
todos los días el zopenco presidente del gobierno, Mariano Rajoy, afirma
vehementemente que España ya no está en crisis, que crece a un buen ritmo y que
incluso es la locomotora de Europa. ¿Se creen que somos imbéciles?, ¿nos están
tomando el pelo? Me temo que sí queridos compatriotas, pues son una panda de
incompetentes alejados de los verdaderos intereses de la población. Sólo
pretenden perpetuarse en el poder para seguir enriqueciéndose a sí mismos y a
sus amigos banqueros.
Como decía un buen amigo mío:
"Una vez que traspasas ciertos límites, no hay vuelta atrás". Y es
absolutamente cierto: el Partido Popular no puede proseguir en su menester
gobernante, porque sólo generan desconfianza, resignación y frustración en los
ciudadanos. Contemplar a Mariano Rajoy en televisión es como ver una película
de terror. Gracias a Dios, son muchas las voces que se alzan en contra de este
"desgobierno existencial". Nuevas alternativas políticas que plantan
cara a los cleptómanos dominantes. Tengamos la firme convicción de que les arrebaten el poder lo más prontamente
posible. Una de estas alternativas es PODEMOS, como he puesto de relieve
anteriormente. Es una formación política demasiado radical desde mi humilde
punto de vista, pero será el pueblo soberano quien decida quienes sustituirán a
esta casta corrompida. Mientras todo este fenómeno socio-económico tiene lugar,
nos encontramos con La Casa Real, una institución que no sirve para absolutamente
nada. El Rey Felipe VI se pasea por España y el mundo regalándonos su mejor
sonrisa, al igual que su mujer, Letizia, que está encantada de lucir modelitos
propios de una celebrity. ¿Para qué queremos a reyes en pleno siglo XXI?,¿de
nuestro bolsillo sus caprichos hemos de pagar? Le auguro un breve reinado al
Rey Felipe, como infinidad de individuos manifiestan, será recordado en la
historia como "Felipe El Breve". Inmediatamente habrían de
dejar la Zarzuela y largarse allá donde se les pueda ver.
Queridos hermanos, luchemos por
nuestros derechos. Combatamos a través de las urnas contra los "chorizos
nacionales".
Artículo escrito por Jesús
Kuicast.
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