Estimados y loados hermanos, mi retorno incesante es tan
cierto como el que Astro Rey asoma cada mañana. De mi constante estado de
meditación existencial emergen grandes y áureas conclusiones, de vital utilidad
para la "humanidad caída". ¡Mis tratados son como llamaradas
purificadoras de almas! Pues escribo desde la más sublime racionalidad
iluminada. La Divina Providencia sustenta las premisas sobre las que se basan
mis elucubradas argumentaciones. La dulzura de la Reina de los cielos guía mis
dedos en aras de manifestar al mundo la magnificencia de nuestro Señor. El tema
que hoy me concierne es de elevada importancia. En este sagrado tratado seré
breve, conciso y absolutamente vehemente. Los detractores de Dios entrarán en
cólera, auspiciados por el maligno, que invisible, cual espíritu maligno,
manipula sus mentes; convirtiéndolos en humanos soberbios e infieles, hijos
orgullosos del pecado.
Actualmente el número de religiones aumenta
vertiginosamente, pues nacen nuevas creencias así como afloran escisiones de
otros legítimos credos. Si nos centramos en las escisiones cristianas, hallamos
más de 30.000 confesiones cristianas activas en la actualidad, creyéndose todas
y cada una de ellas poseedoras de la verdad absoluta sobre el cristianismo. El
islam se encuentra fragmentado en cruentas sectas fundamentalistas que causan
terror; pues muchas de ellas practican la guerra santa, una contienda que tiene
como objetivo erradicar a los infieles, aquellos que no se postran ante “Allah“
y reconocen a Mahoma como su último profeta. Si proseguimos investigando
descubriremos infinidad de religiones singulares, particulares y milenarias:
taoísmo, confucionismo, budismo, hinduismo, mazdeísmo, zoroastrismo y un sinfín
de ancestrales cosmovisiones. Sin embargo, acudiendo a la lógica axiómica, no
podemos evitar preguntarnos si no habrá una verdad absoluta que refute a todas
las demás. Queridos y fieles lectores, yo afirmo con máxima certeza que la
verdad es una. Es imposible la coexistencia de verdades, pues contradicen al
propio concepto de verdad. ¿Cómo definiríamos el concepto de verdad? La verdad
es el juicio o proposición que no se puede negar racionalmente: es
sinónimo de realidad.
El perverso relativismo posmoderno propone mediante sus
pérfidos medios de difusión activos, una ideología que propugna la inexistencia
de la verdad absoluta, pues según esta corriente racionalista y
deshumanizadora, toda afirmación acerca de la realidad está sujeta a las
circunstancias coyunturales del individuo o la colectividad pensante. Esto es
rotundamente falso, y contradice la lógica racional como ya he expuesto
anteriormente. ¿Qué está bien? ¿Qué está mal? Esta perniciosa ideología nos
lleva ineludiblemente al abismo. La moral proporcionada por Dios a través de
sus profetas queda relegada a un plano meramente consultivo, ocupando su lugar
vital la moral individualista; ésta es subjetiva por lo que colisiona
atómicamente con otras morales individualistas. Todo es relativo: afirman
fervientemente los padres del nuevo orden mundial...Borregos dóciles son
aquellas mentes inexpertas que son cautivadas por los placeres más viles
-disfrazados siempre de actividades normales y decentes- desorientados por la
pérdida de la autoridad moral de Dios en el mundo.
"Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en
todos. 7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme
a la medida del don de Cristo." Efesios 4:5-7.
San Pablo
nos exhorta a seguir el único camino que nos conduce a Dios. No existe otra
manera de cumplir la voluntad divina. Aquel que sucumba a la perturbación por
causa de falsos predicadores, apóstatas gurús y maestros posmodernos
relativistas, no alcanzará a ver el rostro fulguroso del Padre celestial.
Algunos estarán dubitativos ante tales afirmaciones, pues, ¿y aquellos que no
han podido conocer la verdadera fe?,¿están privados per natura de gozar de la
compañía de Dios? En absoluta queridos hermanos; todo aquel que en vida no haya
recibido el evangelio, tendrá la oportunidad de aceptarlo y amarlo en la otra
dimensión. Mas aquellos que conociendo la palabra de Dios tengan la osadía de
negarla e intentar destruirla o alterarla, serán condenados por apostasía.
Jesús es el
hijo de Dios hecho hombre, el ser más perfecto que ha morado en el planeta
Tierra a lo largo de su milenaria historia. Él predicó el bien absoluto y la
adoración a Dios. No hubo, hay, ni habrá "maestro" semejante. Es
propio de la necedad nihilista negar la supremacía de Cristo. Sólo Cristo
merece ser loado y amado, pues es Dios, el creador del universo. Ese único
camino del que nos habla San Pablo, es el sendero verde acotado por hermosos
árboles, de los cuales nacen flores de virtud. Bienaventurados los que sigan el
camino de santidad, ellos arribarán a su fin. El Señor anhela el renacer de sus
hijos caídos, y esto se efectúa mediante el bautismo; abandonando nuestro
pasado pecaminoso y resurgiendo virtuosamente, dispuestos a perseverar
sempiternamente bajo el abrazo dulce de María Santísima. El hombre y la mujer
cristianos siendo conscientes de sus pecados, se arrepienten y demandan el
tierno perdón de Dios. Estamos aquí para ser probados, en una bendita lucha por
alcanzar la santidad o perfección moral.
Un sabio
cristiano afirmaba que en todas las instituciones espirituales en las que el
bien es centro de referencia y predicación, hay cierto grado de iluminación. Y
cierto es, pues nuestros hermanos musulmanes moderados, así como otros, están
muy cerca de comprender la verdad. Mas carecen de la llave que abre la puerta
que conduce al valle sagrado, esa llave es Cristo. El enviado para morir por
todos nosotros en una cruz con el objetivo de redimirnos de nuestros pecados.
La historia se dividió, Jesús padeció todo el dolor humano posible hasta sudar
sangre. No hay mayor ejemplo conductual, social y cultual que el proporcionado
por Cristo.
Y el Señor
confió al apóstol Pedro la edificación de su Iglesia en la Tierra, aquella que
vela por la humanidad y que jamás caerá, pues las puertas del Hades no
prevalecerán.
Queridos
hermanos, yo os exhorto a proclamar la única verdad. No temáis, pues Dios está
con vosotros.
1 comentarios:
Cuantos más artículos tuyos leo, más convencido estoy de tu genial uso de la ironía.
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