domingo, 7 de diciembre de 2014


Estimados y geniales lectores, un día más me hallo ante ustedes iluminado por el Astro Rey, dispuesto a transmitir mi particular y veraz cosmovisión. No tengo palabras para agradecer a todos mis lectores su férrea y reverencial defensa en pos de los principios basados en la divina racionalidad iluminada. La familia de seguidores de Helios y Sapentia se incrementa de manera exponencial. El éxito de La Verdad, el triunfo del bien ordenado sobre el mal caótico. No perderé ni un ápice de mi áureo tiempo en descalificar a mis decrépitos críticos. Queridos hermanos de todo el mundo, hoy me dispongo a tratar un asunto que podría convertirse en candidato a formar parte de la lista de artículos kuicásticos más controvertidos. Sin más dilación procederé a exponer el tema en cuestión: Juego de tronos (nombre del primer libro usado para abarcar toda la saga, que en realidad se llama "Canción de hielo y fuego".) y su tóxica influencia para los cristianos.

En estos últimos años hemos sido testigos de como la saga de libros "Canción de hielo y fuego", escrita por el autor norteamericano George R. R. Martin monopoliza el codiciado mercado editorial. Una saga de libros de fantasía, caracterizada por el uso de numerosos personajes con personalidades antagónicas que tejen un complejo y apasionante entramado. Los jóvenes y adultos asentados en el modelo de vida posmoderno disfrutan leyendo tales libros, así como visualizando la serie televisiva que ha sido rodada en base a la saga del fantástico escritor estadounidense. George R. R. Martin nos presenta un mundo que me permitiría la licencia de describir como medievalmente sádico.

 La saga está compuesta actualmente por cinco libros, y dos se encuentran en proceso de escritura. En los mencionados libros, el magistral escritor ha logrado configurar una fantasía racional, alejándose del género de híperfantasía épica; género abanderado por la obra tolkiana. En los libros de Martin, la política, la sociología y la psicología juegan un papel crucial en aras de conformar una densa, profunda y elaborada argumentación. La historia se forja entorno a un escenario global de inspiración medieval, en el cual las intrigas palaciegas junto al ansioso deseo de poder son una constante misteriosa embaucadora. El triunfante escritor consigue mantener en vilo al lector durante la mayor parte de sus libros, gracias al dinamismo y frescura de su escritura. Personajes ciertamente característicos que siempre se hallan al borde del abismo; por consiguiente, esta circunstancia constante capta la total atención del lector. Una saga concebida desde la más absoluta inteligencia capaz de transportarte a un mundo colmado de incesantes e inesperados sucesos. En los libros de esta saga es recomendable no encariñarse de ningún personaje, ya que quizá muera en la siguiente página.

Como he afirmado al comienzo de este breve tratado, la saga literaria "Canción de hielo y fuego" puede ser ciertamente perniciosa para las almas. En el mundo creado por el "barbudo escritor", hallamos críticas implícitas a las religiones monoteístas. El paganismo es propugnado como una mitología de estado, necesaria para articular el sistema judicial de los reinos, así como para controlar a los ciudadanos a través del miedo y la costumbre; por consiguiente, podría aventurarme a afirmar que  George R. R. Martin tomó como referencia la mitología griega en aras de desarrollar su embrollo místico en la historia. Los humanos que profesan la religión de "El Señor de Luz" en la ficción martiniana, guardan infinidad de similitudes con los cristianos medievales". No obstante en este mundo imaginario, sólo se nos muestra implícitamente el infundamentado lado oscuro de la religión análoga a la cristiana. Se nos prresenta un credo intolerante, radical y coercitivo, que induce ineludiblemente al fanatismo y al proselitismo nocivo. En las citadas novelas poseen el atributo de la inteligencia, cordura y sensatez, sólo aquellos personajes que ignoran y omiten de su vida cualquier atisbo de culto divino. Según lo argumentado, podemos concluir que posiblemente Martin lanza un vigoroso ataque en contra de los seguidores de la Verdad, mas de manera tácita y sutil.

Nos hallamos en un terrible período en el que muchos cristianos han sido asesinados y torturados por radicales musulmanes, amén de la evidente y progresiva secularización de occidente. Nuevas corrientes esotéricas sincréticas nacen con el vil objetivo de captar humanos y así poder expoliarlos emocional y económicamente. Mas la mayoría de la población ha sustituido al verdadero Dios, por el dios dinero y por la cultura del consumismo nihilista. Una tragedia existencial auspiciada por el maligno y sus secuaces. El arte, la literatura, la ciencia, el cine...Todo está al servicio de "Los Conspiradores del nuevo orden mundial." Por estas y otras muchas razones, los cristianos tenemos la suma responsabilidad de protegernos a nosotros y a los demás de todo tipo de ocio que no se halle en plena armonía con la doctrina católica. Todos y cada uno de los nosotros, en un esfuerzo heroico hemos de crear un filtro cristiano que nos permita disfrutar de artes y ciencias que no sean perturbadoras para nuestra alma.

Queridos hermanos, yo os exhorto a permanecer en constante oración. Dad gracias a Dios y a la Virgen, y rogadles que os protejan de estos influjos posmodernos que se propagan víricamente.


Artículo escrito por Jesús Kuicast.

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