Las
cuatro tablas siguientes fueron pintadas por Sandro Botticelli hacia
el año 1483. Se conservan en el Museo del Prado, en Madrid, y la
última de ellas en una colección particular. Representan la
historia de Nastagio degli Onesti, que aparece en el “Decamerón”,
libro de Giovanni Boccaccio escrito en 1351.

En
la primera tabla se observan tres escenas: a la izquierda se ve a
Nastagio despidiéndose de sus amigos, pues tras ser rechazado por su
amada, la hija de Paolo Traversari, se marcha a un bosque a las
afueras de Rávena; a la derecha de esta escena se le ve adentrándose
en el bosque, y en el centro y a la derecha de la tabla se observa a
una muchacha desnuda perseguida por un hombre a caballo y por uno de
los dos perros que lo acompañan, a la que Nastagio intenta ayudar
apartando al perro con una rama; sin embargo el jinete, Guido degli
Anstagi, le cuenta por qué la persigue: la joven es una mujer que lo
rechazó, lo que le llevó a suicidarse, y a ella esto no le importó;
al poco la muchacha murió y cada viernes sufría el castigo de salir
del Infierno y ser perseguida por el hombre al que desdeñó.

En
la segunda tabla hay dos planos principales: en el más cercano se
puede ver cómo el jinete ha alcanzado a la mujer, le ha abierto la
espalda y le ha sacado el corazón para dárselo de comer a los
perros, que aparecen a la derecha. Nastagio, que es testigo de lo
ocurrido, se marcha de allí horrorizado. Al fondo se representa de
nuevo la persecución.
En
la tercera tabla aparece un banquete que organiza Nastagio el viernes
siguiente para que su amada y su familia contemplen la misma escena
que él había contemplado la semana pasada. En medio del banquete
aparece la mujer perseguida de nuevo por el jinete y sus perros. Los
invitados quedan muy sorprendidos y Nastagio les explica qué es lo
que está sucediendo. La amada, creyendo que correría igual suerte
que aquella mujer, decide casarse con Nastagio.

En
la cuarta y última tabla se representa el banquete de la boda entre
Nastagio y la joven, del que nada nos dice Bocaccio, quien cuenta al
final del relato que las mujeres de Rávena desde ese momento
complacían más a sus esposos. La narración de Bocaccio esconde un
mensaje: el origen violento del matrimonio y el estado de sumisión
de las mujeres.
Aparecen en la tercera y cuarta tabla los escudos de la familia
Pucci, de los Medici y el de los Pucci-Bini, pues las cuatro tablas
fueron encargadas a Botticelli por Antonio Pucci, para la cabecera
del lecho nupcial de Gianozzo Pucci, su hijo, y de Lucrezia Bini.
-Por
Noelia Bernabeu Torreblanca-
0 comentarios:
Publicar un comentario