Esta semana hemos sido espectadores de un hecho ante el que
muchos se han mostrado sorprendidos. En Grecia, Syriza, partido de extrema
izquierda vencedor de las elecciones generales, necesitaba pactar con otra
formación para obtener los dos escaños que le faltaban para la mayoría
absoluta. El acuerdo llegó casi de inmediato, y no fue con los comunistas del
KKE. Tampoco con los socialistas del PASOK. Syriza pactó con ANEL, una
formación nacionalista, anti-inmigración, pro-Iglesia y con postulados cercanos
al fascismo, cuyo líder, Panos Kamenos (acusado de antisemita) ha sido nombrado
Ministro de Defensa. Extrema izquierda y extrema derecha cogidas de la mano
para gobernar Grecia.
Muchos se preguntan cómo es posible que las dos tendencias
ideológicas supuestamente más distantes estén dispuestas a colaborar en un
Gobierno. La respuesta es sencilla: porque coinciden en lo esencial, coinciden
en lo económico. No importa que sus propuestas sociales sean absolutamente contrapuestas,
porque les une un deseo de mayor intervencionismo del Estado en la economía, el
rechazo a la austeridad y la creencia en un Estado protagonista de la vida
económica y social.
Al final, lo que de verdad diferencia a los partidos
políticos es su posicionamiento en el eje que va desde el liberalismo más puro,
en un extremo, hasta el socialismo más radical, en el otro. Es decir, los
partidos pueden tener ideologías más conservadoras o más progresistas, pero lo
que de verdad define el espectro político son los postulados económicos (mayor
o menor intervención del Estado en la economía, mayor o menor gasto público,
impuestos más bajos o más altos, libertad económica o igualdad mediante la
redistribución de la riqueza etc.).
Aquellos que no se crean que extrema derecha y extrema
izquierda plantean casi lo mismo a nivel económico, solo tienen que leer los
programas de ambos bandos. A continuación, dejo dos extractos de programas
electorales de partidos españoles. Uno es de la formación de extrema derecha
Movimiento Social Republicano, similar a otras como Democracia Nacional o la
clásica Falange. Otro es de Izquierda Unida, con ideas casi idénticas a las de
Podemos. Lean y comparen:
MSR- Pedimos la supeditación de lo económico a lo político,
la dirección política de la economía nacional a través de la planificación, la
transformación de las formas de propiedad y la consideración del Trabajo como
servicio a la Comunidad Nacional. Nacionalización de todos los sectores
industriales y financieros estratégicos, incluido el control de producción
monetaria y los créditos bancarios, a fin de evitar la usura contra el Estado y
la sociedad; así como de los servicios indispensables para la comunidad y cuyo
control político directo resulte vital para los intereses de la Comunidad
Nacional y, en general, para el desarrollo del proceso transformador dirigido a
desmontar el sistema capitalista y sus consecuencias sociales contra el pueblo
y el bien común.
IU-Frente a la desregulación del mercado necesitamos
contraponer la intervención pública y democrática de la economía con la
adopción de una fiscalidad europea altamente progresiva basada en las
transacciones financieras y las grandes fortunas, en el rescate de sectores
estratégicos privatizados como la energía, el transporte, la gestión del agua,
parte del sector financiero, la siderurgia, que permita la creación de
Consorcios Públicos Europeos que orienten la actividad económica hacia la
creación de empleo y la igualdad.
Poco más se puede añadir. Si intercambiásemos los fragmentos
de programa, no creo que sus votantes se diesen cuenta. El intervencionismo y
el paternalismo que rodea todas las propuestas de ambos extremos en un nexo de
unión suficiente como para llevarles a gobernar juntos un país.
Artículo escrito por Adrián Nicolás Doblas.
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