Estimados lectores, tras un largo periodo de retirada
meditativa he retornado en aras de proseguir con mi arduo menester escritural.
Es siempre un soplo de aire fresco poder escribir sensateces, ¡tan carentes en
nuestro mundo! Muchos de los que se aventuren a leer este magistral artículo
desearan que vuelva a retirarme otra larga temporada: sin embargo, he de
confesar que tal retiro no se volverá a producir. Sin más dilación procederé a
tratar el asunto que en el día de hoy me ha sido encomendado por las sublimes
fuerzas de la lógica.
En enero de 2014 tuvo lugar en España un trágico suceso: la
fundación del "partido político" español Podemos. Una formación
izquierdista nacida como causa del ingenio liberticida de un grupúsculo de
profesores de la Universidad Complutense de Madrid. Tal formación política
aspiraba a convertirse en la opción política de todas aquellos españoles que
sufrían de manera profunda la terrible crisis económica que asolaba (y asola)
nuestra amada España. No obstante, es ciertamente curioso que el sector popular
que se sintió más atraído por Podemos fuese el conformado por los
pijo-progres-marxistas-conIphone, sí, esos individuos que aman levantar el puño
y cantar "La Internacional" sin saber realmente el motivo por el que
lo hacen.
Cuba, Venezuela y nuestra vecina Grecia son los paraísos
amados de tamaño utópico gentío. Consumistas, sin igual, osan despotricar
contra el sistema socioeconómico que les ha dado la codiciada oportunidad de
ejercer su libertad. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...Mas somos
muchos los que sí somos plenamente consciente de lo que tenemos, y no estamos
dispuestos a perderlo por semejante panda de ignorantes "podemitas",
es por ello que las sabias gentes de España dieron la espalda a Podemos,
otorgándole la mayoría de votos al Partido Popular. No es menos cierto que tal
respaldo popular no estuviera exento de un profundo hartazgo, fruto de los
abundantes casos de corrupción ocurridos en el Partido Popular
"rajoyano".
Los mayoría de los ciudadanos españoles no han caído en la
trampa "podemita", y han distribuido sus votos entre los partidos
políticos ideológicamente moderados. La formación morada tendrá cabida en el
congreso de los diputados, mas sus excentricidades sociales y económicas no
podrán ser llevadas a cabo, a Dios gracias. La gran mayoría de españoles han
manifestado que no desean bajo ninguna circunstancia permitir al Señor
"Anti-Iglesias" convertirse en presidente del gobierno de
España.
¿Acaso una panda de "pijo-progres" que viven la
política como si de un experimento se tratara están capacitado para dirigir una
nación? Por descontado que no. La historia ha sido fiel testigo de cómo en el
siglo pasado mucho jóvenes osados utópicos osaron implantar teorías
socioeconómicas experimentales en sus países respectivos sembrando el caos y la
pobreza más insufrible. La URSS, Cuba, Corea del Norte, Camboya, China...Es
tiempo para construir sobre cimientos seguros, no para jugarnos el futuro.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
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