sábado, 30 de julio de 2016

Estimados lectores, tras un largo periodo de retirada meditativa he retornado en aras de proseguir con mi arduo menester escritural. Es siempre un soplo de aire fresco poder escribir sensateces, ¡tan carentes en nuestro mundo! Muchos de los que se aventuren a leer este magistral artículo desearan que vuelva a retirarme otra larga temporada: sin embargo, he de confesar que tal retiro no se volverá a producir. Sin más dilación procederé a tratar el asunto que en el día de hoy me ha sido encomendado por las sublimes fuerzas de la lógica.

En enero de 2014 tuvo lugar en España un trágico suceso: la fundación del "partido político" español Podemos. Una formación izquierdista nacida como causa del ingenio liberticida de un grupúsculo de profesores de la Universidad Complutense de Madrid. Tal formación política aspiraba a convertirse en la opción política de todas aquellos españoles que sufrían de manera profunda la terrible crisis económica que asolaba (y asola) nuestra amada España. No obstante, es ciertamente curioso que el sector popular que se sintió más atraído por Podemos fuese el conformado por los pijo-progres-marxistas-conIphone, sí, esos individuos que aman levantar el puño y cantar "La Internacional" sin saber realmente el motivo por el que lo hacen.

Cuba, Venezuela y nuestra vecina Grecia son los paraísos amados de tamaño utópico gentío. Consumistas, sin igual, osan despotricar contra el sistema socioeconómico que les ha dado la codiciada oportunidad de ejercer su libertad. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde...Mas somos muchos los que sí somos plenamente consciente de lo que tenemos, y no estamos dispuestos a perderlo por semejante panda de ignorantes "podemitas", es por ello que las sabias gentes de España dieron la espalda a Podemos, otorgándole la mayoría de votos al Partido Popular. No es menos cierto que tal respaldo popular no estuviera exento de un profundo hartazgo, fruto de los abundantes casos de corrupción ocurridos en el Partido Popular "rajoyano".

Los mayoría de los ciudadanos españoles no han caído en la trampa "podemita", y han distribuido sus votos entre los partidos políticos ideológicamente moderados. La formación morada tendrá cabida en el congreso de los diputados, mas sus excentricidades sociales y económicas no podrán ser llevadas a cabo, a Dios gracias. La gran mayoría de españoles han manifestado que no desean bajo ninguna circunstancia permitir al Señor "Anti-Iglesias" convertirse en presidente del gobierno de España. 

¿Acaso una panda de "pijo-progres" que viven la política como si de un experimento se tratara están capacitado para dirigir una nación? Por descontado que no. La historia ha sido fiel testigo de cómo en el siglo pasado mucho jóvenes osados utópicos osaron implantar teorías socioeconómicas experimentales en sus países respectivos sembrando el caos y la pobreza más insufrible. La URSS, Cuba, Corea del Norte, Camboya, China...Es tiempo para construir sobre cimientos seguros, no para jugarnos el futuro.


Artículo escrito por Jesús Kuicast.

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