En esta especial ocasión he tomado la firme determinación de tratar un
asunto que lleva atormentándome desde que poseo conciencia lingüística.
Es sabido por todo ser viviente del siglo XXI, que inevitablemente
nuestra hermosa lengua española se halla ampliamente contaminada por
extranjerismos, especialmente por anglicismos. Estos son palabras
proveniente de la lengua inglesa, agentes conceptuales que envenenan
nuestro idioma haciéndolo inexacto y vulgar. Desde mediados del siglo XX
los anglicismos han ido adentrándose lentamente en nuestra lengua, a
pesar de ello, al principio del citado proceso, el número de anglicismos
entrantes no era demasiado elevado, por lo que podía entenderse como un
proceso natural y entendible. Sin embargo con los años y el avanzado
dominio anglosajón en el mundo, los anglicismos entran por doquier, y lo
más grave de todo es la falta de oposición por parte de los
hispanohablantes, ¡que indefensos ante la marabunta de nuevas palabras
extranjeras, no hacen otra cosa que adaptarse y tomarlas como propias!.
Actualmente el número de palabras procedentes del inglés en nuestra
lengua española asciende a miles, y sigue en constante aumento. Existen
determinadas jergas donde los términos utilizados son exclusivamente
ingleses, podría citar ejemplos como el tenis, la informática...A pesar
de lo que sucede, la gente hispanohablante parece no tomar la más mínima
conciencia, evadiendo su legítima obligación de defender nuestro
hermoso patrimonio intangible. Ciertos individuos osarán creer que tal
proceso de contaminación lingüística es algo perfectamente normal, que
en lugar de empobrecer la lengua invadida, la enriquece. No obstante me
temo que se equivocan rotundamente.
Necesitamos desesperadamente cuidar la maravillosa lengua de Cervantes, el segundo idioma más importante del mundo, un patrimonio cultural increible que expresa la singular manera de entender el mundo de la cultura hispánica. Es evidente que nuevos términos han de surgir, pues el avance en todos los ámbitos de la vida precisa de nuevas palabras para designar nuevas realidades. Pese a esto, hemos de esforzarnos e intentar crear y utilizar para designar esas nuevas realidades, términos propios, no procedentes del exterior.
Jesús Kuicast (https://twitter.com/jesuskuicast)
3 comentarios:
Me parece un muy buen articulo y super recomendable. Os recomiendo leer este blog de mi amiga y ya me comentas que os parece. Saludos.
2-3
¡¡Q verdad!!
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