Los seres cetáceos son los maestros encargados de mostrar
y representar la energía crística para los seres humanos. La energía crística
está representada por el amor, el amor como motor de creación y unión de todo
lo que es. La energía crítica es constante en el universo y parte del origen
único. Los seres cetáceos como delfines y ballenas sirven como portales vivos
hacia esas frecuencias, que a su vez las dirigen al planeta por medio de su
interacción en los océanos, esto va de acuerdo a distintos niveles o planos.
La procedencia galáctica de estos seres proviene de Sirio
B. Aquel sistema estelar está basado en agua, es decir el planeta de origen de
estos seres su base es de agua, tal cual como el planeta tierra. Nuestro sistema
solar forma parte del sistema estelar de Sirio, y por esa razón existe la
conexión con esos seres. Energéticamente los seres cetáceos instalan geometrías
sagradas y códigos de luz en el planeta y a la vez son protectores de los
códigos y del vasto océano.
Nuestro planeta es mayormente de agua, al igual que el
cuerpo del ser humano. Las ballenas con sus cantos colaboran al desarrollo y
bienestar del planeta como un organismo completo, ya que las frecuencias de sus
cantos, ajustan el electromagnetismo que afecta
la vida de cualquier organismo dentro del planeta y de esa forma
instalan sus códigos de luz para así elevar la frecuencia energética del
planeta.
Al existir en diversos planos y dimensiones cada cetáceo
tiene la capacidad de volver a su sistema de origen y estar en el planeta
tierra a la vez. Son seres telepáticos que transmiten amor y alegría. Al
interactuar profundamente con el elemento agua, disponen de la información que
ella lleva en sí. Es decir son bibliotecas vivientes y están al servicio de la
evolución del ser humano.
Fabián Latxika
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