Hoy traigo... ¡un musical!
¡No, no, pero no se vayan, esperen! Una película basada en el musical The Rocky Horror Show de Richard O'Brien, estrenada en 1975 y considerada de culto, en la que viajaremos al castillo de Frank-N-Furter, un dulce travesti de la transexual Transilvania, para descubrir cómo nace y dónde habita la perversión. Pero mejor empecemos desde el principio, por la dulce pareja.
Brad Majors y Janet Weiss, tras prometerse en matrimonio, deciden ir en busca de su antiguo profesor y amigo, el Doctor Everett V. Scott, gracias al que se conocieron en un examen. Pero su feliz travesía se ve interrumpida por un pinchazo que les deja en mitad de la nada sin un teléfono a mano con el que pedir ayuda. Así es como Brad y Janet llegan al viejo castillo, habitado por el Dr. Frank-N-Furter, un científico transilvano y travesti; su mayordomo Riff Raff; Magenta, la hermana del mayordomo y Columbia, una especie de groupie.
Echas las presentaciones, Frank presenta ante una congregación de científicos transilvanos su última creación: Rocky. Y es que la meta científica del doctor es crear un hombre perfecto que satisfaga sus necesidades. Así nace Rocky: rubio, musculoso, guapo... todo lo contrario a Eddie, interpretado por el actor y cantante Meat Loaf, que es el sobrino del Dr. Scott, el amigo de Brad y Janet, que parecen a punto de sucumbir al terrible poder seductor de Frank.
Y es que, ¿cómo un hombre en corsé puede ser tan endiabladamente sexy? Es Tim Curry en su máximo esplendor, correteando con sus taconazos, sus medias con liguero y maquillado como una auténtica diva de la extravagancia.
Este musical hecho película es una de esas joyas auténticas, que está a punto de cumplir 30 años (dos más que el original), que aún se sigue proyectando en cines y la gente sigue bailando y cantando sus canciones. Una razón para ponerte tacones, maquillarte con la escopeta de Homer y ceñirte un corsé victoriano aunque tengas más pelo en el pecho que un leñador.
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Tim Curry siendo sexy |
Esta es mi recomendación de domingo para que os sentéis en familia, hagáis palomitas y cantéis y bailéis con esta genial producción no apta para mentes cerradas. Y esta vez no os pongo trailer, porque realmente... no hace falta.
Escrito por: Carmen (Plague)
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