Ubicándonos en el África occidental del neolítico se
desarrollaron religiones y aspectos espirituales por parte de los nativos de
aquellas tierras. Forjando una identidad cultural por parte de aquellos nativos
que se extendió con cambios interesantes hasta nuestra actualidad. El Vudú es
una herramienta mágica y poderosa, y que refleja el poder de todo el colectivo
que hace funcionar a esta práctica mística.
Al desarrollarse por África occidental y consolidarse ahí
sus cambios y características fueron más apegadas a simbolismos de la
naturaleza. La expansión del Vudú hacia el mundo puede ubicarse a partir del
siglo XVI, cuando se dio la vergonzosa trata de esclavos hacia las indias
occidentales (América). Al ser trasladados a la fuerza y con pésimas
condiciones de viaje fue llegando el Vudú sobre todo al área del Caribe.
Aquellos nativos originarios del África occidental, se sentían alejados de sus
raíces y con justa razón.
Por tales circunstancias lograron llevar dentro de si ese
aspecto cultural que los unía. Al encontrarse en condiciones muy distintas se
vieron en la necesidad de adaptarse al entorno y a sus simbologías. Es decir se
realizó un sincretismo con el catolicismo, formando las bases del Vudú actual.
La práctica del Vudú reacciona quien la ejecuta, es decir se puede usar para
fines positivos y negativos. Las formas populares en donde se refleja la magia
negra y el vudú es provocando miedo
sobre la víctima, fortaleciendo fobias y la más fuerte de todas; generar
muertos vivientes.
Suena contradictorio pero que importa. Ese ritual se
lleva a cabo por medio de un veneno especial el cual provoca estados de
intoxicación al cuerpo, dejando al cuerpo como en un estado de hibernación que
incluso puede confundir a médicos. Esa acción se usa comúnmente de castigo,
provocando daños cerebrales al afectado.. El vudú es una herramienta para
conocer los orígenes de las religiones del neolítico, así como para unir
aquellas personas, como también para destruir.
Fabián Latxika
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