Bienaventuradísimos lectores, como pueden constatar no claudico ante la adversidad más soez. Mis nobles escritos despiertan todo tipo de reacciones. Puedo sentirme lleno de orgullo por el magnífico hecho de que mis artículos no pasan inadvertidos en el mundo de la información y opinión. Me deleito como el que más cuando mis dedos comienzan a acariciar el teclado de mi ordenador personal. Me aventuro a afirmar vehementemente que soy feliz en mi oficio de escritor. No es una profesión especialmente fácil, pues las puertas tienden a cerrarse cuando la libertad de opinión está intrínsecamente ligada a tu ser. Sin embargo con paciencia y perseverancia todo se logra, el esfuerzo y el amor por lo que haces son la clave del éxito.
En el día de hoy me dispongo a realizar una crítica agridulce sobre una de las películas más celebres del conocido director español, Alejandro Amenábar. El título de este film es Agora.
En el día de hoy me dispongo a realizar una crítica agridulce sobre una de las películas más celebres del conocido director español, Alejandro Amenábar. El título de este film es Agora.
La decadencia del Imperio Romano es más que evidente. Aquel imperio milenario que proclamaban como el eterno de los eternos llega a su fin. Los bárbaros presionan desde el norte, se infiltran en el propio Imperio, llegando incluso a ser parte del ejército. Sin embargo el cambio más significativo de esta época de decadencia romana, entorno al siglo III D.C, es sin duda alguna la expansión de una nueva religión, un credo tan poderoso que cambiará la historia de la humanidad para siempre. Los seguidores de Jesús, el carpintero de Galilea, se multiplican por minutos. La religión imperial de Roma, aquella basada en el sincretismo de las diferentes deidades de las provincias del imperio; Isis, Horus, Júpiter, Minerva, se precipita al final. Los dioses míticos se desvanecen. La mítica religión politeista que durante milenios formó parte de la cosmovisión de los ciudadanos romanos está desapareciendo vertiginosamente...Un credo revolucionario arriba desde oriente . Un judío que se proclama hijo de Dios ensalza el amor, la misericordia, y lo más impactante para tal época, selecciona como a sus favoritos a los pobres, a los enfermos, a los desdichados...Un revolucionario que conmueve el corazón de los que abrazan sus palabras, un ser que cambiará la historia de la humanidad.
Hipatia, una mujer libre, hija Teón de Alejandría, célebre matemático y astrónomo. Una fémina excepcional que dedica la totalidad de su tiempo a la observación de la bóveda celeste, a la enseñanza lógica y a la física. Una maestra neoplatónica que imparte clases a los privilegiados de la ciudad egipcia. Todos la respetan ,todos la adoran, ¡qué inteligencia! Los cristianos arcaicos, radicales como los que más, se vuelve hostiles hacia el resto de creencias religiosas. Intolerantes e ignorantes atacan a aquellos que siguen aferrados al paganismo imperial romano. Alejandría es el escenario de una cruenta batalla entre cristianos, paganos y judíos (cómo no). Roma no puede hacer frente a la masa cristiana. El imperio se cristianiza hasta el punto de declarar ilegal la práctica y manifestación de cualquier otro credo en público. Cristianos ignorantes destruyen la biblioteca de Alejandría, una maravilla de la antigüedad. Los pergamino que contienen todo el saber humano son quemados mientras los destructores braman la destrucción del saber impío.
La mujer era un cero a la izquierda para aquellos que malinterpretaban las santas escrituras. Hipatia nació libre y murió libre.
Un film muy conseguid. Escenas claras y en ocasiones conceptuales. Una película con tendencias izquierdistas que intenta oscurecer en demasía los actos de aquellos primeros cristianos (no justificables) convulsos por la novedad, radicales por el cambio tan abrumador. El Reino de Dios es de los pobres, no de los ricos. Adiós a la esclavitud, hola a la dignidad.
Os exhorto a visionar el film, pero teniendo en cuenta quién es su director y cuáles son las pretensiones de éste.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
Os exhorto a visionar el film, pero teniendo en cuenta quién es su director y cuáles son las pretensiones de éste.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
0 comentarios:
Publicar un comentario