viernes, 26 de septiembre de 2014



Mis loados y respetados lectores, un día más retorno en aras de poner los puntos sobre la íes. La vida es terriblemente tragicómica, mas hemos de esforzarnos por convertir este mundo en un lugar agradable y paradisiaco. Me siento obligado a tratar este asunto por el bien de la humanidad. En los últimos tiempos todo se torna confuso, nada presenta nitidez. Sin embargo, Dios el misericordioso nos brinda su apoyo mediante la iluminación racional divina, ayudándonos a conocer la verdad con el heroico objetivo de preservarla hasta el fin. Hoy me dispongo de manera férrea a analizar la saludabilidad de la música de estilo rockero y metalero. Muchos no podrán soportar tamaña insidia, mas otros se verán aliviados al encontrar la salida del laberinto de perdición.

Actualmente son muchos los jóvenes que se declaran apasionados del rock, del heavy metal, así como de derivados y mixturas de los mismos. En la historia global de la música ha habido grandes grupos de rock, formaciones musicales que han cautivado a millones de personas por todo el planeta. Grupos famosísimos -no citaré ninguno en particular- que ostentan el récord de ventas de discos. Sin embargo estos estilos musicales transgresores y atrevidos han provocado la locura de muchos creadores y compradores. ¿Cuál es el motivo? El motivo es la exhortación consciente a la negatividad conductual en los oyentes a través de letras perturbadoras. ¿Qué es la perturbación? Es la acción de inmutar, trastornar el orden y concierto, o la quietud y el sosiego de algo o de alguien. Atendiendo a esta definición concluimos determinantemente en la necesidad de evitar tal estado de trastorno emocional. No es pretensión mía la recomendación de la no escucha de esta clase musical, pero si procuro alertar de las consecuencias de la consumición de la misma.

Hace más de una década se produjo en un instituto de Estados Unido una masacre pertrechada por dos jóvenes amantes de la música de Marilyn Manson. Si bien es cierto que las letras de este rockero traspasan los límites morales y cívicos, también es cierto que la responsabilidad última de ejecutar las acciones que se ponen de manifiesto en las letras de las canciones -de manera artística- son del sujeto paciente. El cantante fue juzgado por la sociedad norteamericana y por un tiempo hubo de resguardarse de la furia pública. Otros cantantes como Ozzy Osbourne, padecieron situaciones similares. Un joven se suicidó escuchando Suicide solution: un afamado tema musical de Ozzy.

 La creatividad artística es diversa, y abarca todas las facetas existenciales. No han de ponerse cotos a la creatividad. Sin embargo, es necesario controlar aquellas creaciones artísticas que contengan violencia verbal, sexo explícito y demás contenidos nocivos. Estas creaciones deben ser censuradas para individuos que no tengan una determinada edad. Sólo desde la más sensata madurez humana, se puede escuchar una canción con una letra que incite al odio; y ser capaz de situarla dentro del espectro artístico. No obstante, alguien que se halle en un lamentable estado de alteración emocional o que no posea la madurez suficiente para distinguir realidad de ficción, podrá verse tétricamente influenciado por las sórdidas creaciones rockero-metaleras y sus macabras exhortaciones.

Muchos serán los que alcen la mirada a los cielos a consecuencia de mis conclusiones áureas, ¡¿cómo osa criticar el señor Kuicast el pilar filosófico y artístico sobre el que se sustenta mi vida?! Mis queridos detractores y difamadores posmodernos, no es mi tarea juzgaros, sólo advertiros en el nombre de Dios, nuestro Señor. Durante nuestra existencia terrestre atravesamos por diversas etapas, no exentas de dificultades y calamidades. Mas precisamos de paciencia, La Santísima Virgen María nos la brinda, pues Ella es nuestra madre celestial; y con dulzura nos auxilia en los momentos de tribulación y exasperación. Hemos de implorar a María Santísima constantemente, pues con su ayuda nuestros ojos espirituales se abrirán, y así contemplaran la maravilla creacional que Dios, el misericordioso, nos ha proporcionado amorosamente. Cristo el redentor desea que sigamos sus huellas sobre la arena; siendo Dios se encarnó entre nosotros para ser el modelo de humano perfecto. ¿No es más cierto que la vileza del mundo es más sostenible si aceptamos las energías positivas y desechamos las negativas? El príncipe de la confusión es malvado y codicioso, durante miles de años ha intenta separarnos de la luz para llevarnos junto a él, a la tierra del fuego rencoroso. ¡Oh Señor, protégenos de todo mal!

Cada individuo de este infinito universo goza del libre albedrío; por consiguiente, tenemos a nuestra disposición infinidad de senderos para recorrer, la clave esencial de la vida es elegir cuales son los adecuados para el bienestar de nuestra alma. Poseemos la llave para abrir la puerta a Dios, así como el candado para cerrársela al Diablo. Gran mayoría de las canciones del género musical abordado en este tratado, tienen un claro influjo satánico. ¿Acaso pueden ser fructuosas letras que fomentan la consumición de drogas, la lujuria, el egoísmo, el nihilismo, el comunismo (teoría ligada intrínsecamente a la hipocresía), la desesperación, la prostitución, la delincuencia...? Son perjudiciales para la mente y el alma, aquel que diga que no, está errado en grado sumo: no conoce las verdades iniciáticas. El mundo cristiano, pacifista y positivista ha de promover la sana cultura musical.
Queridos hermanos, yo os exhorto a contribuir por las óptimas influencias. El arte es para deleite del hombre, y por lo tanto ha de ser beneficioso para el mismo.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.


4 comentarios:

❀ Ámbar Gaux ♥ dijo...

Mil y mil gracias por redactar un artículo como este, tiene absoluta razón en todo cuanto ha dicho, y precisamente este tipo de textos son los que nos hacen falta para formar conciencia y educar a la juventud, Gracias.

El reino de las sombras dijo...

He de aclarar, que no siempre es así. A mí, por ejemplo, me gusta el heavy metal y otros tantos géneros musicales (a excepción del flamenco y el reggaeton, que no me gustan para nada) y no creo que lleve una mala vida,tengo 21 años y estoy acabando segundo de Bachillerato de Ciencias, soy agnóstico, llevo con mi novia casi 4 años, no bebo alcohol, ni fumo ni me drogo, hago ejercicio, salgo con mis amigos para dar una vuelta, no tengo carné de conducir ,ni de moto ni de coche, ya que me gusta ir a los lugares andando o como mucho, cogiendo un autobús.

Por el contrarío, veo mas perjudicial otros estilos musicales, o conductas adolescentes como ir de botellón, ir a discotecas etc.

Igualmente, he de decir que el artículo está magnificamente redactado, aunque mi opinión se diferente de la suya. Sin más que decir,

Un saludo

Anónimo dijo...

Estas fatal de la cabeza, sal de tu burbuja y ve a un psiquiatra!!

Anónimo dijo...

Estas fatal de la cabeza, sal de tu burbuja y ve a un psiquiatra!!