Áureos y pacíficos lectores, un día más me dispongo a embarcarme en la
aventura opinante, me siento eternamente agradecido por esta gloriosa labor
encomendada. En el gris día de hoy tengo la firme determinación de tratar un
asunto sumamente controvertido. Una cuestión que sólo por el mero hecho de ser
reflexionada, enfurece a centenares de "borregos" que siguen a sus
pérfidos pastores, aturdidos por los ecos paganos del mundo posmoderno. Mis
queridísimos seguidores y detractores, el tema que me concierne es sobre el
magnánimo y excelso Santo, San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador de la
santísima "Obra de Dios", conocida oficialmente como "Opus
Dei" por su traducción al latín.
Muchos son los que durante décadas se han encargado despiadadamente de
criticar a la Obra cristiana que fundó un joven sacerdote de Barbastro. En los
últimos años hemos contemplado con consternación como algunos libros han
arribado al éxito introduciendo en sus siniestras tramas a "La Obra de
Dios", representándola como una mafia religiosa con intereses monetarios.
Una empresa del mal encargada de captar mentes en aras de convertir a los
adeptos en viles secuaces en busca de almas perdidas. Autores como Dan Brown,
afamado por su best-seller "El código Da Vinci" y otras blasfemias
escritas, son los diabólicos responsables de esta fama viral y odiosa que se ha
propagado en contra de los hijos del Señor. Una reputación inmerecida para tan
magna obra divina. El Opus Dei es una prelatura personal; una organización
critiano-católica que tiene cierto grado de autonomía con respecto al Vaticano.
El máximo guía del Opus Dei es el Prelado, obispo de "La Obra", una
suerte de diócesis sin territorio definido; esto es un caso excepcional en La
Iglesia Católica, y le fue concedido por el papa San Juan Pablo II este
privilegiado estatus, pues la organización cristiana fundada por Escrivá de
Balaguer ha sido loada por su bendita y gloriosa labor en el seno de la
Iglesia, así como su benigna influencia para el mundo cristiano.
Algunos ignorante se atreven a proferir sentencias desconsideras y
desproporcionadas en contra del Opus Dei. ¿Por qué? Por el mero hecho de ser
una prelatura conservadora, guardiana de la fulgurosa tradición católica. Los
miembros de "La Obra" viven una vida intensa, construida sobre los
cimientos cristianos más puros y sublimes. San Josemaría nos exhortaba a ser
santos en el día a día. Con palabras de amor, el Santo exponía una nueva
concepción de santidad, esa que se adquiere en cualquier lugar de la vida
ordinaria. No es necesario enclaustrarse en un monasterio o convento para
arribar a ser santo, sino que en nuestros trabajos ordinarios, en medio de este
confuso y aberrante mundo, tenemos la posibilidad de optar a ser los mejores en
cuanto a benevolencia, caridad, carisma, disciplina, esfuerzo...Pero no todo
queda ahí, los miembros de La Obra han de ser los mejores en sus estudios y
profesiones correspondientes, pues el trabajo bien hecho dignifica al hombre.
No debemos olvidar que Jesús trabajó con su padre San José muchos años antes de
marchar a predicar. El padre San Josemaría escribió varios libros
proporcionándonos una suerte de instrucciones que pueden ayudarnos a lograr la
santidad. "CAMINO" es la obra más célebre de San Josemaría, en ella
encontramos cientos de máximas que nos ayudan a seguir el recto camino
cristiano de la espiritualidad disciplinada, de la moralidad aplicada, de la
santidad potenciada.
La estructura interna de La Prelatura está basada en el grado de involucramiento
que cada miembro pretenda. El Opus Dei es un regalo de Dios para la humanidad,
dentro de La Obra hallamos familias felices y triunfantes. Hombres y mujeres
educados y cultivados en el arte de la cultura universal. Personas con un
profundo sentido de la espiritualidad. Bienaventurados hijos de Dios que
guardan celosamente los mandamientos y preceptos de La Santa Madre Iglesia. Una
comunidad global que fomenta con la dulzura de Virgen María el amor al prójimo
y con ello el amor divino. Un milagro en la Tierra, verdaderos centinelas
pacíficos del catolicismo. Admirables seguidores, una institución religiosa de
tamaño prestigio y con un cierto grado de hermetismo, es susceptible a ser
argumento de novelas con tramas conspirativas y siniestras. Autores que sólo
buscan dinero a pesar del inmenso daño que puedan causar con sus publicaciones
a los demás.
San Josemaría descubrió su vocación sacerdotal a temprana edad, pues siendo
un niño ya amaba y actuaba conforme los designios divinos. Fue perseguidos por
los malhechores de la segunda repúblicas; rojos que anhelaban la sangre de los
sacerdotes cual perversos sicarios. Quemaron y destruyen infinidad de iglesias
consagradas a Dios. Un joven sacerdote que logró escapar con la ayuda de amigos
y familiares. El camino de huida hasta Andorra, camino que todavía se hace
anualmente como viaje espiritual, siguiendo las huellas de aquel joven valiente
que no renegó de la fe. Hasta su muerte, Jesús por medio de María fueron su
única bandera.
Queridos hermanos, yo os exhorto a conocer antes de juzgar.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
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