miércoles, 3 de diciembre de 2014


Queridos e ilustres lectores, un día más me hallo colmado de gracia divina, atributo necesaria en aras de proseguir con mi áurea labor articulista. El rezo diario del rosario es ayuda fundamental y necesaria para poder escribir desde la excelsa racionalidad iluminada. Mis dedos se deslizan sobre el teclado del ordenador anhelando expresar óptimamente lo elucubrado con amor. Mis fieles seguidores y mis loados detractores, en el día presente me dispongo a tratar un asunto ciertamente polémico y extravagante para algunos ignorantes: La Universidad y el influjo maligno.

Las universidades españolas se hallan corrompidas por el espíritu del maligno, que inconscientemente les ha llevado a abrazar en conjunto una ideología nihilista, una corriente ideológica herética que provoca la confusión más lúgubre de todo el que la profesa. El "príncipe de las mentiras" se ha adentrado sigilosamente en las casas del "saber universal", intoxicando con el veneno del ateísmo a alumnos y profesores. Atrás quedaron los años de respeto a "La Verdad Divina", que ha sido sustituida por la necedad científica, que crea verdades perecederas. que siempre tienen fecha de caducidad. ¿Por qué las universidades han caído en la errática revolución posmoderna? Porque su gobierno les ha sido confiado a científicos, gentes dominadas por la arrogancia intelectual, únicamente creyentes de lo visible, mas no de lo invisible. Todas y cada una de las universidades habrían de estar bajo el mando de sabios prelados de la Santa Iglesia Católica. ¿Acaso existen individuos mejor preparados que los obispos para regir una institución? Estos han habido de estudiar teología y otras carreras universitarias, así como haber demostrado su ejemplaridad y disciplina en la santa moral cristiana, siendo así aptos para ocupar la posición episcopal. 

¡Basta ya de negar La Verdad! ¡Basta ya de cánticos de maldad! ¡Es tiempo de restaurar la cordura!

Las universidades han de ser lugares concebidos para el estudio preciso y exhaustivo de las distintas disciplinas existenciales. En "las sedes del conocimiento" no puede haber un ápice de censura, pues los individuos que optan por ser universitarios han de desarrollar la libertad de pensamiento y crítica con el objetivo de progresar en sus respectivos menesteres. Sin embargo, si creo necesaria la presencia esencial de la religión en sede universitaria. ¡No obviemos que fue la mismísima Iglesia Católica la que fundó el sistema universitario! La religión y la ciencia se unen magistralmente para irradiar la complejidad perfecta de la creación. La ciencia es sólo el primer paso en la escalera del conocimientos supremo. 

Los jóvenes de la posmodernidad en su amplia mayoría han perdido ese "pilar de autoridad moral" sobre el apoyarse. La "cultura del consumismo y de la muerte" es una constante en todos los medios de comunicación y de entretenimiento. El "carpe diem" se ha instaurado como una máxima ineludible, trayendo consigo desgracias por doquier. Vivimos con el sublime fin de ser felices, mas, ¿dónde se haya la felicidad? En la contemplación de la belleza divina. Un proceso de armonía que libera al ser humano de los estados de angustia, precedidos por los de euforia.

Los gobiernos occidentales no se preocupan lo más mínimo por sus ciudadanos, pues los observan desde la lejanía, considerándolos meras masas populares, meros número subyugados a sus intereses particulares. Regentes incitados al egoísmo por los conspiradores del "Nuevo orden mundial". Estos conspiradores, sólo pretenden manejar la humanidad a su antojo, ya que ellos creen que son los escogidos para ser los Dioses de los humanos. ¡Cuán errados se hayan! Jugar a ser Dios usurpando sus funciones significa ser fiel seguidor del que de "los cielos fue expulsado". Dios es Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente, cumple con todos los atributos pare crear y gobernar el cosmos. Los humanos son pequeñas hormigas en un gran laberinto de universos paralelos, ¿cómo pueden desafiar la autoridad de Dios?

¿Es el comunismo una ideología que estos "amos malignos" desean propagar? Por descontado, ya que conocen que sus efectos son devastadores, y de las cenizas de la destrucción nacen los modelos socio-políticos ideales para el control.

Queridos hermanos, yo os exhorto a proseguir en el camino del conocimiento, sin olvidar nuestras limitaciones mentales como humanos.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Existe la libertad de elección; si una persona es católica, puede estudiar en una universidad católica. Si una persona no lo es, puede estudiar en una universidad atea. Por ello existen los dos tipos, para no negar la elección a nadie.