domingo, 15 de marzo de 2015


Desde que Podemos apareció en la escena política nos ha ido mostrando poco a poco la clase de partido que es, del mismo modo que sus miembros han ido progresivamente enseñándonos cuál es su verdadera cara. Por desgracia, muchísimos españoles siguen creyendo que Pablo Iglesias y los suyos  son la alternativa a PP y PSOE. Quizás estas personas no se hayan parado a analizar a esta formación, porque si lo hubieran hecho, a lo mejor coincidirían con los motivos que yo tengo para rechazar a Podemos.

No me gusta Podemos porque es un partido populista que engaña a la gente contándole todo lo que quiere escuchar.

No me gusta Podemos porque su razón de ser es la venganza contra el sistema, no el ansia por reformarlo racionalmente.

No me gusta Podemos porque es un partido excluyente y sectario.

No me gusta Podemos porque fomenta el desprecio hacia ciertos colectivos, en lugar de impulsar un espíritu conciliador y reformista.

No me gusta Podemos porque no respeta a España como nación ni respeta su bandera, su himno y sus símbolos.

No me gusta Podemos porque apoya a los separatistas que quieren romper la unidad de España. 

No me gusta Podemos porque quiere forzar una igualdad que solo fomentaría la mediocridad.

No me gusta Podemos porque quiere expropiar y nacionalizar sectores de la economía de manera arbitraria para crear un Estado todopoderoso.

No me gusta Podemos porque quiere convertir los impuestos en una herramienta para expropiarnos y arrebatarnos nuestra libertad económica.

No me gusta Podemos porque nos vende “redistribución de la riqueza” cuando en realidad quiere decir “distribución de la pobreza”.

No me gusta Podemos porque ve a las empresas privadas como a un enemigo.

No me gusta Podemos porque quiere gastar lo que no tenemos y endeudarnos hasta la ruina.

No me gusta Podemos porque no tiene argumentos para justificar sus insostenibles propuestas económicas.

No me gusta Podemos porque quieren coartar la libertad de expresión suprimiendo los medios de comunicación privados.

No me gusta Podemos porque no respeta nuestras costumbres y tradiciones.

No me gusta Podemos porque se las dan de progresistas y de tolerantes, escondiendo su doble moral y su falta de principios.

No me gusta Podemos porque su líder, Pablo Iglesias, es un demagogo, un irrespetuoso y una persona de dudosas convicciones.

No me gusta Podemos porque algunos de sus dirigentes, como Errejón o Monedero, ya está implicados en asuntos turbios.

No me gusta Podemos porque sus miembros portan orgullosos banderas comunistas.

No me gusta Podemos porque no solo no condena los brutales asesinatos de ETA, sino que justifica los actos de la banda terrorista y culpa a España de ellos.

No me gusta Podemos porque está relacionado con regímenes tan deleznables como el de Venezuela o el de Irán.

No me gusta Podemos porque la extrema izquierda nunca es una solución.

Será en las urnas, a lo largo de estos meses, cuando todos podamos decir alto y claro que no nos gusta Podemos, que queremos partidos serios y responsables gobernando y que de verdad queremos regenerar la vida política, social y económica de esta nación.

Artículo escrito por Adrián Nicolás Doblas.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Tampoco me gusta podemos por los mismos motivos