Loables y fieles lectores, un día
más me hallo dispuesto a proseguir con mi ardua labor articulista. En el día
presente una sutil voz que me induce a escribir sobre un asunto determinado.
Soy plenamente consciente de que muchos de mis lectores se sentirán algo
desorientados ante el hecho de abordar un tema ciertamente distinto a todos los
anteriores. Sin embargo les ruego su piadosa comprensión, ya que en ocasiones
hemos de hacer cosas debido a imperioso deber que emerge de lo más profundo de
nuestro corazón. En el presente artículo me aventuro a defender a todos aquellos
políticos que habiendo dedicado toda su vida a la política y habiendo teniendo
un comportamiento ejemplar, amén de una disposición altruista hacia los demás,
son incluidos en la afirmación generalizadora, injusta y demagoga de
"todos los políticos son iguales, unos sinvergüenzas".
Es innegable que nos hallamos en
un periodo temporal en que a diario son destapadas nuevas redes de corrupción,
tejidas arácnidamente por dirigentes maquiavélicos sin verdadera vocación
pública y de servicio. Ellos son los cabezas de aquellas mafias que se fraguan
en el seno de los grandes partidos políticos de España. Los escándalos de
corruptela política son para los españoles noticias habituales. ¿Acaso existe
alguno español que visualice, escuche o lea los noticieros esperando que no va
a hallar noticias de políticos perturbados y pervertidos?
Gracias a formaciones comunistas
como PODEMOS, los ciudadanos han recibido de boca del señor Pablo Iglesias la
palabra adecuada para denominar a todo aquel que se dedique a la política y
tenga éxito, la etiqueta creada es "miembro de las casta o castero".
Según el señorito Iglesias, los políticos actuales conforman una casta
dominante, malvada y frívola que sirve a los intereses de banqueros y grandes empresarios. Sin
embargo, como de costumbre, el señor "Anti-Iglesias" se equivoca de
forma profunda en su análisis de la situación política actual. ¡No tendría
dígitos en el teclado para cifrar a todos aquellos que son políticos honrados y
benévolos! ¡Pero cómo se va a relatar la historia de alcaldes y concejales del
PP que han sacado a localidades de la más absoluta ruina! ¡Cómo se va a
reconocer que la gestión económica del PP siempre ha sido brillante, a pesar de
recibir una herencia socialista más sucia que un vertedero!, ¿alguien recuerda
cómo dejó Felipe González el país antes de retirarse a vivir como un
"marqués"? Por si algún
español no lo sabía, José María Aznar se encontró con una nación desolada, y
gracias a su sublime habilidad para la gobernación y gestión logró al cabo de
unos años posicionar a España en el octavo puesto del ranking de países más
poderosos del mundo. España era una potencia mundial con voz en las grandes
organizaciones supranacionales: la opinión de España iba a misa y volvía. Todo
aquello acabó en cuanto arribó al poder el nefasto, ridículo y deleznable PSOE,
liderado por el inconsciente e infantil José Luís Rodríguez Zapatero, alias ZP.
Zapatero era un hombre
ciertamente peculiar; su parecido con Mr.Bean era completamente asombroso.
Cuando lo contemplé por primera vez mediante la televisión quedé en estado de
estupefacción, pues ingenuamente pensé: "¿Será el mismísimo idiota de
Mr.Bean?". No era el actor absurdo, sino que se trataba del tipo que iba a
gobernar España con mano izquierda. Con el tiempo las evidencias constataron
que mis pensamientos al respecto de este señor y su gobierno, no eran nada
descabellados. España pasó de ser una nación admirada y respetada, a un país
friki con tendencias pseudoprogresistas, pues las medidas sociales que se
tomaron durante el mandato de este señor fueron única y exclusivamente para
captar intención de votos. Matrimonios homosexuales, ley del aborto extrema,
educación sexual inadecuada en tiempo y forma, así como un sinfín de
despropósitos. ¡Claro! ¡Zp se ganó el voto eterno de los colectivos favorecidos
por sus leyes!,¡Pero se cargó principios morales que jamás deberían haber sido
atacados! Él puso la primera piedra para la desintegración de la base social
más antigua e importante de la sociedad: la familia. Sin embargo tengo que
excusar en cierta manera a ZP, se metió en "camisa de once varas".
Como es habitual, retornó al gobierno el PP, y se encontró nuevamente una
España destruida como nunca antes. ¡¿Y ahora culpamos a Rajoy y su gobierno?!
Pobres políticos que tienen la responsabilidad de levantar un estado derruido
por la ineptitud.
Por si todo lo anterior no fuera
suficientemente depresor, nos topamos con un tipo "melenudo" llamado
Pablo Iglesias. Un señor intelectualmente brillante pero corrompido moralmente
por la maligna cosmovisión marxista. Un profesor universitario que decide
fundar un partido aprovechando el hastío general de los españoles, ¿una alternativa
que represente los intereses de la mayoría de los afectados? Excelente idea
para arribar al poder y poder desarrollar su amado socialismo bolivariano. Una
formación anacrónica disfrazada de solución para el futuro. Politólogos y
sociólogos demagogos que sueñan con lograr engañar a los españoles para poner
en marcha el pernicioso plan comunista europeo.
Queridos hermanos, los verdadero
políticos no son una casta, son personas con vocación de servicio para con los
ciudadanos. Estoy profundamente convencido de que existen más político honrados
que corruptos. Las generalizaciones son inexactas, por consiguiente erradas y
desaconsejables.
Artículo escrito por Jesús
Kuicast.
2 comentarios:
¿Pero esto es real o es ironía? Me parece imposible que haya gente así...
Hasta ya dudo de este articulo que escribí...
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