martes, 9 de diciembre de 2014


Loables y fieles lectores, un día más me hallo dispuesto a proseguir con mi ardua labor articulista. En el día presente una sutil voz que me induce a escribir sobre un asunto determinado. Soy plenamente consciente de que muchos de mis lectores se sentirán algo desorientados ante el hecho de abordar un tema ciertamente distinto a todos los anteriores. Sin embargo les ruego su piadosa comprensión, ya que en ocasiones hemos de hacer cosas debido a imperioso deber que emerge de lo más profundo de nuestro corazón. En el presente artículo me aventuro a defender a todos aquellos políticos que habiendo dedicado toda su vida a la política y habiendo teniendo un comportamiento ejemplar, amén de una disposición altruista hacia los demás, son incluidos en la afirmación generalizadora, injusta y demagoga de "todos los políticos son iguales, unos sinvergüenzas".

Es innegable que nos hallamos en un periodo temporal en que a diario son destapadas nuevas redes de corrupción, tejidas arácnidamente por dirigentes maquiavélicos sin verdadera vocación pública y de servicio. Ellos son los cabezas de aquellas mafias que se fraguan en el seno de los grandes partidos políticos de España. Los escándalos de corruptela política son para los españoles noticias habituales. ¿Acaso existe alguno español que visualice, escuche o lea los noticieros esperando que no va a hallar noticias de políticos perturbados y pervertidos?
Gracias a formaciones comunistas como PODEMOS, los ciudadanos han recibido de boca del señor Pablo Iglesias la palabra adecuada para denominar a todo aquel que se dedique a la política y tenga éxito, la etiqueta creada es "miembro de las casta o castero". Según el señorito Iglesias, los políticos actuales conforman una casta dominante, malvada y frívola que sirve a los intereses  de banqueros y grandes empresarios. Sin embargo, como de costumbre, el señor "Anti-Iglesias" se equivoca de forma profunda en su análisis de la situación política actual. ¡No tendría dígitos en el teclado para cifrar a todos aquellos que son políticos honrados y benévolos! ¡Pero cómo se va a relatar la historia de alcaldes y concejales del PP que han sacado a localidades de la más absoluta ruina! ¡Cómo se va a reconocer que la gestión económica del PP siempre ha sido brillante, a pesar de recibir una herencia socialista más sucia que un vertedero!, ¿alguien recuerda cómo dejó Felipe González el país antes de retirarse a vivir como un "marqués"?  Por si algún español no lo sabía, José María Aznar se encontró con una nación desolada, y gracias a su sublime habilidad para la gobernación y gestión logró al cabo de unos años posicionar a España en el octavo puesto del ranking de países más poderosos del mundo. España era una potencia mundial con voz en las grandes organizaciones supranacionales: la opinión de España iba a misa y volvía. Todo aquello acabó en cuanto arribó al poder el nefasto, ridículo y deleznable PSOE, liderado por el inconsciente e infantil José Luís Rodríguez Zapatero, alias ZP.

Zapatero era un hombre ciertamente peculiar; su parecido con Mr.Bean era completamente asombroso. Cuando lo contemplé por primera vez mediante la televisión quedé en estado de estupefacción, pues ingenuamente pensé: "¿Será el mismísimo idiota de Mr.Bean?". No era el actor absurdo, sino que se trataba del tipo que iba a gobernar España con mano izquierda. Con el tiempo las evidencias constataron que mis pensamientos al respecto de este señor y su gobierno, no eran nada descabellados. España pasó de ser una nación admirada y respetada, a un país friki con tendencias pseudoprogresistas, pues las medidas sociales que se tomaron durante el mandato de este señor fueron única y exclusivamente para captar intención de votos. Matrimonios homosexuales, ley del aborto extrema, educación sexual inadecuada en tiempo y forma, así como un sinfín de despropósitos. ¡Claro! ¡Zp se ganó el voto eterno de los colectivos favorecidos por sus leyes!,¡Pero se cargó principios morales que jamás deberían haber sido atacados! Él puso la primera piedra para la desintegración de la base social más antigua e importante de la sociedad: la familia. Sin embargo tengo que excusar en cierta manera a ZP, se metió en "camisa de once varas". Como es habitual, retornó al gobierno el PP, y se encontró nuevamente una España destruida como nunca antes. ¡¿Y ahora culpamos a Rajoy y su gobierno?! Pobres políticos que tienen la responsabilidad de levantar un estado derruido por la ineptitud.

Por si todo lo anterior no fuera suficientemente depresor, nos topamos con un tipo "melenudo" llamado Pablo Iglesias. Un señor intelectualmente brillante pero corrompido moralmente por la maligna cosmovisión marxista. Un profesor universitario que decide fundar un partido aprovechando el hastío general de los españoles, ¿una alternativa que represente los intereses de la mayoría de los afectados? Excelente idea para arribar al poder y poder desarrollar su amado socialismo bolivariano. Una formación anacrónica disfrazada de solución para el futuro. Politólogos y sociólogos demagogos que sueñan con lograr engañar a los españoles para poner en marcha el pernicioso plan comunista europeo. 

Queridos hermanos, los verdadero políticos no son una casta, son personas con vocación de servicio para con los ciudadanos. Estoy profundamente convencido de que existen más político honrados que corruptos. Las generalizaciones son inexactas, por consiguiente erradas y desaconsejables.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

2 comentarios:

neike dijo...

¿Pero esto es real o es ironía? Me parece imposible que haya gente así...

Jesús Kuicast dijo...

Hasta ya dudo de este articulo que escribí...