Abro mi corazón con gratitud para
reconocer a la persona que más daño me hace como mi maestro,
ya que viene a mostrarme mis
heridas, mis vulnerabilidades, mis limitaciones…
Me da así la oportunidad única
de ponerles conciencia, trabajar sobre ellas y crecer
Comprendida la lección el daño
desaparece, quedando en mi corazón esa perla de sabiduría que me
permitirá desplegar mis alas.
Mariví
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