martes, 28 de octubre de 2014


Bienaventurados e inteligentes lectores, un día más me hallo dispuesto a expresar mis opiniones acerca de los asuntos que inundan nuestra vida. Es tremendamente satisfactorio poder disfrutar de la libertad de expresión en su máximo exponente. Helios y Sapentia me permite tratar los asuntos pasados, presentes y futuros de manera subjetiva; por lo tanto tengo el sumo privilegio de sentirme un opinante libre, cual águila voladora. La mayoría de los ciudadanos españoles nos hallamos indignados ante la manipulación mediática que ejercen las grandes corporaciones audiovisuales en aras de satisfacer a gobiernos y poderosos, que en un intercambio de favores, les conceden innumerables privilegios. Sin más dilación trataré el asunto que hoy me concierne.

En la actualidad los ciudadanos españoles estamos habituados al hecho de cada día sean anunciados por los medios de comunicación nuevos casos de corrupción. Escándalos tras escándalos se suceden diariamente. La corrupción en España es la reina de los males nacionales. Tanto la izquierda como la derecha política se hallan sumergidos en las turbias aguas del delito. No malgastaré palabras de este breve tratado en citar los casos de corrupción que hasta la fecha han tenido lugar en nuestra nación, mas si voy a destacar lo que éstos están provocando en las buenas gentes de España. El partido que actualmente posee la gobernación del estado español, está untado de barro hasta las pestañas. Muchos se aventuran a afirmar que el Partido Popular, más que un partido político parece una mafia elegantemente organizada. No les falta razón; ¿cómo es posible que la desvergüenza política arribe a estos extremos?, ¿quiénes nos representan en las instituciones?, ¿unos ladrones de guante blanco? Con este panorama nacional no es de extrañar que formaciones de extrema izquierda como PODEMOS aumenten en intención de voto, y según las últimas estadísticas esta organización izquierdista ya sería la segunda fuerza política más votada de España. ¿Quién es el culpable del auge de los extremistas? El PP y PSOE sobre todo. Ambos partidos han demostrado que la honradez es un atributo ajeno a sus características colectivas e individuales. Desde que la democracia retornó a nuestras vidas hace más de treinta años, los ciudadanos no hemos cesado de sufrir la corrupción estatal. Queridos lectores, no nos encontramos en una democracia, sino que estamos sometidos a una cleptocracia. 

La crisis política lleva años azotando al país, conduciéndolo a la miseria más absoluta. La tasa de desnutrición infantil es intolerable. Las familias que años atrás gozaban de una vida digna, ahora no tienen nada que llevarse a la boca para poder alimentarse. ¿Cómo un país del primer mundo ha podido dar lugar a esta penosa situación? Sin embargo por si todo esto no fuera suficiente, los ciudadanos arruinados y explotados por los empresarios, han de soportar como sus dirigentes son cada vez más codiciosos, y aun siendo privilegiados económicamente, siempre anhelan más, ¡malditos enfermos del dinero! En España se respira tristeza, se huele desesperación, se descubre miseria. No obstante todos los días el zopenco presidente del gobierno, Mariano Rajoy, afirma vehementemente que España ya no está en crisis, que crece a un buen ritmo y que incluso es la locomotora de Europa. ¿Se creen que somos imbéciles?, ¿nos están tomando el pelo? Me temo que sí queridos compatriotas, pues son una panda de incompetentes alejados de los verdaderos intereses de la población. Sólo pretenden perpetuarse en el poder para seguir enriqueciéndose a sí mismos y a sus amigos banqueros. 

Como decía un buen amigo mío: "Una vez que traspasas ciertos límites, no hay vuelta atrás". Y es absolutamente cierto: el Partido Popular no puede proseguir en su menester gobernante, porque sólo generan desconfianza, resignación y frustración en los ciudadanos. Contemplar a Mariano Rajoy en televisión es como ver una película de terror. Gracias a Dios, son muchas las voces que se alzan en contra de este "desgobierno existencial". Nuevas alternativas políticas que plantan cara a los cleptómanos dominantes. Tengamos la firme convicción de que  les arrebaten el poder lo más prontamente posible. Una de estas alternativas es PODEMOS, como he puesto de relieve anteriormente. Es una formación política demasiado radical desde mi humilde punto de vista, pero será el pueblo soberano quien decida quienes sustituirán a esta casta corrompida. Mientras todo este fenómeno socio-económico tiene lugar, nos encontramos con La Casa Real, una institución que no sirve para absolutamente nada. El Rey Felipe VI se pasea por España y el mundo regalándonos su mejor sonrisa, al igual que su mujer, Letizia, que está encantada de lucir modelitos propios de una celebrity. ¿Para qué queremos a reyes en pleno siglo XXI?,¿de nuestro bolsillo sus caprichos hemos de pagar? Le auguro un breve reinado al Rey Felipe, como infinidad de individuos manifiestan, será recordado en la historia como "Felipe El Breve".  Inmediatamente habrían de dejar la Zarzuela y largarse allá donde se les pueda ver.

Queridos hermanos, luchemos por nuestros derechos. Combatamos a través de las urnas contra los "chorizos nacionales".

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

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