martes, 3 de marzo de 2015


Estuve en ella y salí de ella. Fue la primera persona que me alimento desde sus entrañas. Mi madre, la mujer que daría la vida por mí sin ni siquiera planteárselo un instante. En este vida terrenal hay dádivas divinas que recibimos por el mero hecho de ser humanos, la mayor de todas ellas es la de tener una madre. ¿Qué hubiera sido de nuestro Señor sin la santísima Virgen? Dichosos somos por ser amados incondicionalmente por nuestra madre terrenal y sobretodo por nuestra Madre Celestial. No olvidaré a todos aquellos que de manera desafortunada nunca han gozado del amor maternal terreno, mas Dios escribe en renglones torcidos. En el actual e inminente ocaso de occidente, la familia se halla en pleno estado de extinción, pues ésta ha sido injustamente infravalorada por aquellos que osan usurpar el trono del Dios del amor. La humanidad se adentra paulatinamente en un proceso deshumanizador; una terrible paradoja. Las corrientes progresistas-ateo-nihilistas se obstinan en defender el errado concepto de que progresar es sinónimo de mejorar. ¡Cuánta ignorancia supina!

La juventud se encuentra aletargada, cuales osos en tiempo invernal. El consumismo auspiciado por "los padres de la mentira" encadenan las mentes humanos, impidiéndoles elevar su estado de consciencia. Los medios de comunicación obedecen a intereses económicos que "ayudan" a aumentar el estado de confusión humana. El consumismo desproporcionado es estimulado por los poderes fácticos, que con viles intenciones, pretenden mantener "entretenidas en la invidencia" a las masas populares. Las necesidades del ser humano son manipuladas a merced de las voluntades execrables de "los que aman al dios dinero sobre todas las cosas". La filosofía del "Carpe diem" es herética, ya que promueve sin ningún complejo la búsqueda del placer -bajas pasiones- como máxima vital. Esta filosofía encuentra sus cimientos en el pérfido nihilismo posmoderno:"Tras la muerte nos espera la nada; disfrutemos al máximo cada día". Satanás ha logrado su cometido, pues sabe que estamos en los últimos días, y cuantas más almas logre separar de Dios, mayor será su  perverso deleite. Sin embargo he de afirmar de manera contundente que la única Verdad es que Dios existe, y se encarnó por medio de María Virgen para ser sacrificado en una cruz, expiando nuestros pecados. La biblia es un conjunto de libros sagrados escritos por Dios a través de humanos inspirados. Sus páginas están impregnadas de divinidad, y su validez es eterna. ¡Bendita y alabada sea la palabra de Dios!

Cristo, que es Dios hecho hombre, fundó la Santísima Iglesia Católica, y escogió a San Pedro como primer Papa de la Iglesia de Dios en la Tierra. El Señor aseguró que jamás nada ni nadie podrían acabar con su "Casa en la Tierra". La Iglesia Católica ha atravesado a lo largo de los siglos infinidad de adversidades, mas siempre ha sido amparada por la Santísima Trinidad. Desde que Jesús comenzó a predicar fue perseguido, y lo mismo experimentaremos sus seguidores hasta "la conclusión del sistema de cosas". Mas no temáis hermanos, pues Él siempre está con nosotros.

¡Hay Cielo!¡Hay Infierno! Todos y cada uno de nosotros responderemos sobre nuestros actos ante el Tribunal Divino. Aquel que se aventure deliberadamente a cuestionar esta certeza sagrada, demostrará que su mente y corazón están cerrados a la iluminación del Señor. Muchos os acusarán de ilusos, fantasiosos e ignorantes, mas recordad que "las cosas de Dios son locura para el mundo". Satanás y sus demonios son espíritus condenados a errar por el mundo, desposeídos de cuerpo material. ¡Ellos desean poseer un cuerpo, pero este privilegio les ha sido negado por Dios Todopoderoso! El ángel caído y sus seguidores nos acechan, aguardando muestras de debilidad para tener la oportunidad de atacarnos con ferocidad. Queridos hermanos, encomendémonos a María Santísima, así como a los Ángeles y Los Santos, seres espirituales que conviven con nuestro Padre Celestial. Ellos en su inmensa gloria nos protegerán de la presencia de los entes del mal.

A continuación citaré 8 claves que nos ayudarán a mantenernos firmes y perseverantes en nuestra fe cristiana:

1. Rezar al amanecer y al anochecer. En la oración primero se hace un acto de acción de gracias y a continuación se realizan peticiones.
2. Bendecir cualquier alimento antes de ser ingerido.
3. Leer diariamente el nuevo testamento y reflexionar sobre lo leído aproximádamente 20 minutos.
4. Asistir a la Santa Misa todos los domingos y fiestas de guardar.
5. Predicar el evangelio de Cristo siempre que se tenga la oportunidad.
6. Murmurar jaculatorias a la Virgen María cada vez que sintamos una propensión a pensar o actuar de manera inmoral.
7. Respetar estrictamente los mandamientos de Dios.
8. Amar, respetar y obedecer el catecismo de la Santa Iglesia Católica.

Cada día de nuestra vida moral ha de estar marcado por el cumplimiento estricto de estas ocho claves cristianas que nos acercarán al Señor y nos alejarán del Diablo. ¡Luchemos por ser santos!

Artículo escrito por Jesús Kuicast.
https://twitter.com/jesuskuicast

2 comentarios:

Jaqueline dijo...

Benditas son tus palabras maestro abrazos desde México.

Cristianarmy dijo...

Kuicast, Dios bendiga tus escritos. VIVA CRISTO REY