cantó poemas de libertad.

Parió las palabras más hermosas en medio de la tempestad, debajo del arco iris cantó poemas de libertad. Gimió de puro placer entre copos de nieve seca mientras su atrevido cabello mojado se mezclaba con el viento violento y rizado. Así, sin miedo, echó a correr montaña abajo, la gravedad desafiada, respetuosa, recogía sus pasos. Hoy, mezclada con la niebla se desliza entre tinieblas susurrando versos densos, de esos que quedan en suspenso. Caminó descalza por calles mojadas que asustadas quedaban calladas. Bailó desnuda al crepúsculo, alba y ocaso se rendían con gusto. Y así sigue, alumbrada por nuevos momentos, continúa, alumbrando momentos nuevos.

Cintia Junquera