martes, 10 de diciembre de 2013


Un viejo proverbio dice; no dejes de salir hoy, mañana puede ser peor. Y así es, si los irlandeses tuvieran que dejar sus quehaceres por la lluvia, sería un país sin vida. Sin embargo no es así. Niños yendo al colegio, ancianas en bicicleta, golfistas en los campos, hombres con traje y corbata, madres con sus bebés…todos caminan indiferentes a esa humedad pertinaz que los pulveriza a diario.

Imperceptibles cortinas de agua se desplazan al antojo del viento, haciendo aparecer y desaparecer el paisaje como por arte de magia.

Verde cielo, verde tierra, verde mar.

Lucía Sevila
10 Dec 2013

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