Podemos y sus estridentes manifestaciones.

Queridos y afables lectores, un día más me hallo colmado de energía en aras de proseguir con mi crucial labor articulista. Aquellos que dedican su vida profesional al mundo de la opinión conocen a la perfección la complejidad esencial de este. No es tarea sencilla hacer gala de la libertad de expresión de la que tenemos oportunidad de gozar constitucionalmente, ya que son muchos los que estarán de acuerdo contigo, mas serán aún más numerosos lo que se transformarán súbitamente en fieros detractores de tus bienintencionadas reflexiones acerca del mundo y sus dilemas circunstanciales. En el presente artículo me dispongo a abordar un asunto controvertido, como es habitual en mis humildes tratados. Sin más demora procederé a exponer el tema que hoy me concierne: Podemos y sus estridentes concentraciones.

El 31 de enero de 2015, la gran mayoría de los ciudadanos españoles contemplamos consternados la gran concentración que organizó PODEMOS en las principales calles de la capital de España. La atmósfera de Madrid fue teñida del "desencanto morado" por aquellos que pretenden deliberadamente destruir el actual sistema democrático, construido con gran esfuerzo por los padres de la constitución en el año 1978. Una carta magna que fue ratificada por el pueblo español y que prometía concordia entre las dos Españas enfrentadas secularmente. En tal constitución quedó plasmado el pluralismo cultural de España, instaurando un sistema autonómico concebido para servir de manera óptima a los ciudadanos de cada uno de los rincones de España. Gobiernos autonómicos ideados para velar por sus respectivas regiones en ámbitos tan diferentes como la cultura, la educación, la sanidad, etc. Una España descentralizada preparada para afrontar los retos del futuro. Transcurridos treinta y siete años de la entrada en vigor de la carta fundamental, puedo y debo afirmar que la constitución española ha demostrado sobremanera su valía pasada, presente y futura. Por otro lado, sería una necedad negar que toda norma suprema de un Estado de derecho debe poseer un amplio dinamismo; ya que los tiempos cambian, y con ello las circunstancias. El tan afamado y alabado progreso trae consigo nuevas realidades que precisan de obligadas reforma constitucionales. Y hay un procedimiento bien definido para emprender tal proceso. En ningún momento quisiera que mis palabras se malinterpretaran debido a mis adjetivaciones sobre el progresismo. Mas con tales calificativos ambiciono contradecir lo defendido por los fanáticos progresista amorales.

Una concentración elucubrada para adorar a "El Mesías Pablo Iglesias", líder de la pseudoreligión bolivariana europea. La experiencia casi religiosa, estuvo presidida por unos "gurús" con un claro carisma totalitario, paradójicamente similar al utilizado décadas atrás por el dictador itaniano Benito Mussolini: un parlanchín fascista que sumió a Italia en una oscura historia de delirio. ¿Cómo es posible que los que se presentan ante el mundo como antagonistas por excelencia del fascismo, se parezcan tanto a los últimos en los modos de actuar? Los miembros de la suprema cúpula podemista proclamaban en un éxtasis santateresiano las grande soluciones a todos los males que aquejan nuestro planeta. (Ironía.) ¿Usted no sabía que los de Pablemos son omnipotentes? 

Masas poblaciones portando banderas preconstitucionales, individuos fanáticos clamando al cielo por el retorno del comunismo -que no olvidemos que ha causado cien millones de muertos-, niños ataviados con camisetas oficiales del partido político "del cambio". ¿Será la nueva bandera de España, morada y con un círculo en el centro? Cielo santo, cuánta hipocresía en pos de las ansias de poder. Yo temo a estos señores y a sus feligreses, pues han sucumbido al borregismo más obseso. La actual crisis social y económica ha causado estragos en aquellos que más la han sufrido. Ahora se han transformado en ciudadanos combativos en busca de venganza.Y recordemos que "la venganza es el manjar más sabroso condimentado en el infierno". La manifestación de PODEMOS fue un acto estridente a los ojos de la cordura.

España ya ha iniciado la regeneración democrática por parte de los dos grandes partidos de la democracia española. Alternativas políticamente saludables han emergido gracias a esta crisis: Vox, UPyD, Ciudadanos, Unión Social Democrática...Partidos políticos con programas electorales definidos y factibles, auspiciados por el consenso internacional. Líderes carismáticos y nobles como Albert Rivera o Santiago Abascal. 

Españoles, demos un salto cualitativo hacia el futuro, no retrocedamos hacia el pasado. "Españoles en hermandad juntos hacia el progreso bien entendido."

Artículo escrito por Jesús Kuicast.

https://twitter.com/jesuskuicast