lunes, 31 de agosto de 2015


A lo largo de estos años de crisis económica que estamos atravesando, el debate en torno a las políticas económicas que deberían seguirse para superar dicha crisis ha sido un habitual prácticamente en toda Europa. En el caso de España, hemos escuchado de forma constante que hemos elegido las políticas de austeridad fijadas desde Alemania. La pregunta que yo me hago es, ¿se está dando a la palabra austeridad el significado que realmente tiene? Y, en consecuencia, ¿se han aplicado en España políticas de austeridad?

Las famosas políticas de austeridad que está aplicando el Partido Popular desde que llegó al Gobierno han tenido dos pilares fundamentales: recortes de gasto público y subidas de impuestos. La izquierda, crítica con estas medidas, han insistido en relacionarlas con el neoliberalismo y la derecha. Vayamos respondiendo a algunas preguntas con respecto a lo expuesto hasta ahora.

¿La austeridad se basa en hacer recortes?

Ser austero implica no gastar lo que no se tiene, tratar de acercarse al equilibrio presupuestario. España necesita una reducción drástica del gasto público que aún no se ha producido. Y si no se ha producido es porque el PP se ha equivocado a la hora de ejecutar las medidas de ajuste, siendo demasiado benevolente con las partidas que debían reducirse sustancialmente y eligiendo mal cómo aligerar el resto. Por ejemplo, de poco sirve reducir la cantidad de dinero que destinas a un servicio público cuando lo que realmente falla es la forma en la que se configura y se presta ese servicio. Destinar menos medios a financiarlo solo provoca que sea de menor calidad aún. Por tanto, en materias como educación o sanidad, la vía para ser austero pasa por la reforma, no por el recorte. Había muchas materias a las que meterle mano en los Presupuestos Generales del Estado, tal y como ya refleje en un artículo anterior:


¿Hay que subir impuestos como parte de las medidas de austeridad?

Rotundamente no. De hecho, me resulta gracioso que la izquierda relacione las subidas de impuestos con los liberales cuando una de las consignas básicas del liberalismo es reducir los impuestos y el intervencionismo estatal a la mínima expresión. Volviendo a la relación impuestos-austeridad, debemos tener en cuenta que la austeridad concierne al Estado, es decir, son políticas destinadas a evitar cualquier tipo de exceso por parte de las Administraciones Públicas. El problema aparece cuando Rajoy y otros dirigentes europeos trasladan esta austeridad a los ciudadanos, haciéndoles cargar con la responsabilidad de solventar la mala gestión del dinero público mediante subidas de impuestos. En resumen, se opta por asfixiar a familias y empresas con una carga fiscal desmedida en lugar de reducir el tamaño y los gastos de un Estado sobredimensionado. Y eso no es austeridad.

¿Es la austeridad una política característica de la derecha y del neoliberalismo?

La austeridad del PP basada en recortes y subidas de impuestos, no. La austeridad que he explicado anteriormente, sí.

De la deriva iniciada en 2011 por el PP solo hay un colectivo beneficiado: la izquierda. PSOE, Podemos, IU y el resto de partidos de este tipo volverán a convencer a muchos de que el socialismo es la solución a la austeridad anti-social del PP. Parece que en tan solo cuatro años muchos han olvidado que han sido las políticas socialistas de despilfarro las que nos han traído hasta donde estamos.

Muchos se preguntarán si, al final, la estrategia seguida por el PP ha servido para mejorar el estado de las arcas públicas, a pesar de que no se hayan ceñido a un programa de políticas liberales. La respuesta podríamos buscarla en numerosos indicadores, pero yo solo señalaré uno que me parece demoledor: la deuda pública es de 1,053 billones de euros, un 98´6% del PIB. Cuando Rajoy llegó al Gobierno, era de un 70,5%. ¿Austeridad? Permítanme que lo dude.

Artículo escrito por Adrián Nicolás Doblas.

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