Loados y respetables lectores, tras un
arduo periodo de intensiva actividad mundanal, me hallo dispuesto a ejercer mi
hermosa labor opinante. Si bien es cierto que en los últimos tiempos mi
frecuencia de publicación ha disminuido vertiginosamente, tampoco es incierto
que mi nivel de quehaceres se halle en su máximo apogeo. No obstante, no puedo
ni debo permitirme el lujo de fallar a todos aquellos que de manera fiel siguen
mis publicaciones como si no hubiera un mañana. En el presente artículo trataré
sobre un asunto que es de vital importancia para los ciudadanos de la
denominada por los antiguos romanos: Hispania.
Es innegable que nos hallamos en tiempos
convulsos en todo los órdenes de la sociedad. La población, que conforma la
otra gloriosa nación española, es testigo de cómo ésta se desmorona
paulatinamente mientras las autoridades gubernamentales, se encuentran
inmóviles y petrificadas ante la inminente ruptura de España. La corrupción
asola al principal partido nacional, las regiones periféricas proclaman el derecho
a la autodeterminación: anhelan ser estados soberanos, rompiendo así sus lazos
seculares con el que un día fue "el impero donde no se ponía el sol".
La izquierda comunista más radical intenta tomar el poder de manera ilegítima,
poniendo en riego la democracia que tantos años tardó en arribar a la vida de
las buenas gentes de España. Como consecuencia lógica de la colosal crisis
económica en la que se ha visto envuelta España, la clase media ha contemplado
el desvanecimiento del tan loado estado de bienestar. No obstante, gracias a la
genuina gestión económica del gobierno del Partido Popular, nuestra economía ha
virado de la recesión al crecimiento. Todo en esta vida tiene solución, empero
se ha de buscar la adecuada.
Sin más dilación afirmaré vehementemente
que nuestra fulgurosa nación se enfrenta a una crisis identitaria de gran
envergadura. Cataluña está en pleno proceso de desconexión, y Euskadi reclama
idénticos derechos. El advenimiento de formaciones políticas comunistoides
fundadas sobre los cimientos del revanchismo guerracivilista, es un claro
augurio de la ruina que se cierne sobre España.
Nuestras seculares tradiciones
espirituales -primordiales- y nuestras raíces culturales, conformadas por
centurias de supremacía intelectual, científica y literaria, están siendo
atacadas por los herederos del frente popular republicano, aquel que fue
responsable de la cruenta guerra civil española. Podemos o
"Pablemos" y sus derivados, han resurgido con un odio abismal en
aras de implantar una "rojocracia" que tiene la perversa ambición de
grabar a fuego en los corazones españoles, los dogmas creados por el demonio
Karl Marx.
El peligro innegable que representa Podemos para el progreso socioeconómico no
ha de ser obviado en ningún caso por aquellos que buscan lo óptimo para nuestra
empresa colectiva. El sentido común -el menos común de los sentidos- es como
una brújula que nos indica el camino hacia la áurea lógica. Cualquiera que se
obstine en perseverar en la ceguera voluntaria y brindar su confianza a aquel
que se autoproclama líder del pueblo llano, está favoreciendo el tortuoso
recorrido que conduce hacia el caos estalinista. Estamos al borde del abismo, a
un paso de caer en un submundo gobernado por falaces utópicos e
independentistas amantes de la mitología. Individuos ignaros practicantes de
una pseudoreligión perniciosa, denominada comunismo o socialismo -cuando se
pretende disfrazar de moderada ideología-.
En lugar de ceder paso a la experiencia,
los que han votado a Podemos o sucedáneos han abierto las puertas a los errados
ingenieros sociales, predicadores del ateísmo, y por ende de formas de vivir
contranaturalmente. En la actualidad cada vez son más comunes blasfemias tales
como: "La iglesia que más ilumina es la que más arde" o robos dentro
de recintos sagrados, es decir, iglesias. ¡Pobres necios!, pues jamás nadie
podrá destruir aquello que el mismo Dios fundó sobre la Tierra. La marginación
de los católicos y sus tradiciones milenarias están siendo un blanco a destruir
por los esbirros de Satanás. El ángel caído conquista las almas de los humanos
a través de las degeneradas concupiscencias del corazón que llevan a oscuros
pecados. El mayor logro del diablo es hacer creer a ciertos humanos que no
existe. Es por ello que puede obrar de manera sutil... ¿Cómo defenderse de un
enemigo del que no se tiene constancia de su existencia?
Sin la más mínima duda, el
anticlericalismo exacerbado que padecen los apodados "rojos", no es
por desgracia su único perturbador defecto. Las formaciones políticas
comunistas se hayan en un desesperado intento por acceder al poder, y así
instaurar de manera paulatina la luciferina dictadura del proletariado, un
sistema político malito que ha causado más de cien millones de muertos a lo
largo y ancho del planeta. No se engañen mis queridos lectores dubitativos, la
izquierda radical no puede ser democrática por esencia, y sólo el mero hecho de
pensar que puede llegar a serlo, delata una carencia del conocimiento de la
misma. El comunismo concebido por la enfermiza y atrofiada mente de Marx y sus
discípulos, es una pseudoreligión intrínsecamente ligada al autoritarismo
tiránico, en el cual se procede a una reprogramación mental masiva en pos de
crear individuos que tengan un comportamiento férreamente robótico; siendo así
perfectos ciudadanos "lobotomizados", inofensivos e incapacitados de
hesitar: preparados para constituir esa infernal "sociedad utópica". ¿Cuál
es la ideología con la que se identifica Podemos? El socialismo del siglo XXI
es un concepto que aparece por primera vez en el año 1996 a través de Heinz Dieterich
Steffan, aunque el
término adquiriría popularidad mundial desde que fuera mencionado
reiteradamente por el fallecido dictador venezolano Hugo Chávez a partir del
año 2005. Este modelo de Estado no es más que una careta del arcaico comunismo
marxista-leninista, una artimaña lucubrada para engañar a los adeptos
potenciales.
Queridos españoles, hemos de elegir entre
una España gobernada por una casta elitista de hipócritas proletarios, o una
España hegemónica cuyas políticas socioeconómicas estén inspiradas en nuestros
vecinos europeos: Holanda, Alemania, Dinamarca,,,
Alcemos las banderas de España, ¡viva el
progreso ordenado, no el libertinaje trasnochado!
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
3 comentarios:
Amén.
Exacto. De acuerdo en todo.
Por el contenido, el estilo y el fondo que subyace, me huele que este artículo lo ha escrito alguien de La Complutense......
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