Estimados y alabados lectores, tras
un arduo período de introspección, he regresado en aras de proseguir con mi
sagrado menester articulista. En los últimos tiempos el fanatismo
posmoderno-nihilista se apodera de todos y cada uno de los estratos de la
sociedad; el diablo avanza de manera paulatina en su pérfida misión
apocalíptica. Recientemente he sido víctima de los viles ataques pertrechados crueles hordas de pecadores
orgullosos. Mas es el precio que todo hijo de Dios ha de pagar por defender La
Verdad, en un mundo dominado por los entes de la oscuridad. Sin más demora
procederé a tratar el asunto que en el día presente me ha sido encomendado.
El otro día charlaba de forma
jovial con un sacerdote, un evangelizador que sana almas diariamente por la
gracia de La Santísima Trinidad. Mi buen amigo clérigo me comentaba como cada
día recibe más improperios cuando sale a la calle. Un sacerdote que viste de
negro con su alzacuello, como la mayoría de presbíteros de La Santísima Iglesia
Católica Romana. Un hombre de Dios que no se oculta como otros...que no merecen
ni ser llamados sacerdotes. Un acto heroico de valentía que es admirado y
valorado por todos y cada uno de los cristianos. Muchos de ustedes se estarán
cuestionando quiénes son aquellos que no merecen ser denominados sacerdotes:
curas que para evitar la confrontación con las masas moralmente corruptas,
esconden su condición sacerdotal. El miedo se ha apoderado de ellos, y olvidan
las áureas palabras de Nuestro Señor Jesucristo que predecían que aquellos que
actuaran, vivieran y predicaran en su nombre serían perseguidos igual que Él
mismo lo fue. Esta cobardía no es defecto exclusivo de Los Padres, ya que se
extiende también a los hermanos cristianos católicos no consagrados de todo el
mundo. Este temor surge como consecuencia de una profunda falta de entereza
cristiana; el verdadero cristiano ha de hacer gala de férrea valentía, y jamás
alojarse en la indiferencia, conocida bíblicamente como la pecaminosa tibieza.
¿Por qué nos amedrantamos si somos conocedores de La Verdad?, ¿por qué tenemos
miedo si gozamos de la protección del Señor?
Actualmente España se halla
inmersa en la adversidad. La izquierda española amenaza de manera constante y
reiterada a la Iglesia de Dios. Gentes curtidas en los saberes mundanos
desprecian sobremanera la palabra de Dios. Individuos adoctrinados por expertos
en la fanática pseudofilosofía posmoderna-nihilista-comunista. Criaturas del
Señor que osan atacar de manera impúdica al Cuerpo Místico De Cristo: La
Santísima Iglesia Católica.
Nosotros, los cristianos
verdaderos, respetamos y defendemos la libertad religiosa, sin embargo ciertas
sectas político-populistas disfrazadas de partidos políticos
"progresistas" pretenden incumplir este principio constitucional con
sus maquiavélicas propuestas en pro de la erradicación del cristianismo en
nuestra sociedad. Estos grupos impíos tienen como objetivo implantar una nueva
pseudoreligión, que consiste en un cientifismo excluyente. Los servidores del
mal anhelan que el cristianismo quede relegado al ámbito familiar. La
inmoralidad se ha adentrado en el corazón occidental a través de los medios de
comunicación y entretenimiento...Estamos siendo bombardeados con mensajes
perturbadores que tienen como fin provocar la inversión de la moral. Los dioses
de "El Nuevo Orden Mundial" requieren de una nueva humanidad alejada
de La Santa Biblia.
Los cristianos hemos de
perseverar en nuestra fe, evangelizar doquiera que estemos, y jamás rendirnos
por muchas contrariedades que surjan en nuestro arduo camino. Queridos
hermanos, que la paciencia y bravura de La Santísima Virgen María les ayude a
seguir los pasos de Cristo, Dios del universo.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
3 comentarios:
Amén.
Hermosas y contundentes tus palabras maestro Kuicast. Saludos desde México.
Subscribo palabra por palabra.
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