miércoles, 18 de diciembre de 2013


Atiendo a lo que endurece y también a lo que ablanda. No necesito capturar tu atención porque me alimento con la mía, de belleza, de armonía. La veo en todas partes, inerte o animada. Cuando dirijo ahí la mirada, aun siendo bella, la veo encadenada al miedo, a la rabia, y si cambio la ojeada la veo en otro ahí, ahora libre, sabia, alborozada.

Cintia Junquera

2 comentarios:

Greymel Lamas dijo...

a leer esto veo una reflexion y muestra de auto reconocimiento, logrando entender lo maravilloso del yo interior..

Anónimo dijo...

Muy bonito... lo tome prestado, para dedicarselo a una amiga y le gusto al leerlo