Pablo Hasél y el arte al servicio de la violencia.

Mis fieles y afabilísimos lectores, un día más me hallo rebosante de satisfacción, pues el tratado que hoy me concierne es de vital importancia socio-moral. Son muchos los que me siguen de manera ortodoxa, aquellos que anhelan conocer la verdad emanada del racionalismo iluminado, adorables individuos que dedican una parte de su tiempo a la sagrada labor de la reflexión. Es la divina providencia la que me posibilita mediante la luz de la verdad emprender esta empresa encomiable: el menester de transmitir una opinión cuerda, coherente y misericordiosa. Aquellos que no han tenido la sublime oportunidad de conocer a Dios, me acusan fervientemente de sustentar mis escritos en la "mitología cristiana". ¡Perdónalos Señor, porque no saben lo que dicen! Dios existe, y es el Gran Creador de todo lo visible e invisible, y en Él reside todo el poder cósmico. Todo esto es tan cierto como que el sol sale cada mañana. Con la gracia divina, sin más dilación, procederé a tratar el asunto que hoy me concierne: Pablo Hasél y el arte al servicio de la violencia.

Actualmente son pocos los ciudadanos que no han oído hablar en alguna ocasión de este rapero izquierdista. Un "rapero" que utiliza su arte para la reivindicación socio-política. El citado poeta sonoro ha ido adquiriendo fama a medida que sus canciones se han ido convirtiendo en auténticas exhortaciones violentas contra el sistema estatal establecido. La izquierda siempre ha contado con el apoyo de actores, cantantes e incluso escritores malnacidos; con el objetivo de defender y acercar al pueblo sus utópicas e inviables causas ideológicas. Debido al clima comunista que se respira en España en la actualidad como consecuencia de la trágica irrupción en el panorama político de la organización marxista-leninista Podemos, estos fenómenos aislados aumentan vertiginosamente. El supremo líder mesiánico de Podemos, el politólogo Pablo Iglesias, ha dado rienda suelta a las fantasías utópicas comunistas que perduran desde la segunda república española, que tuvo lugar en el vetusto siglo pasado. La juventud actual ha abrazado el brazo izquierdo y siniestro de la política, creyéndose Dioses que pueden cambiar el mundo con sus estúpidas propuestas demagogas. El país sufre un auténtico terremoto ideológico, pues la era partitocrática española comienza a arribar a su fin. La crisis económica ha hecho estragos en la cordura de las gentes de España. En los tiempos presentes son muchos los que se aventuran a aferrarse a cualquier alternativa que les prometa lo imposible. Y es ciertamente comprensible, pues cuando todo está perdido, ¿no es lícito apostar por un cambio en aras de la mejoría nacional del bienestar socio-económico?  Sin embargo la exasperación es una clase de enajenación mental, y en tal estado mental se pueden cometer infinidad de locuras.

Hasél, este rapero cruento no ha dudado en plasmar en sus letras el descontento nacional que impera en la actual España. En el año 2011 este tipo fue  detenido en Lérida el 4 de octubre de 2011 por ensalzar en su canción Democracia su puta madre al que fuera secretario general del PCE(r), Manuel Pérez Martínez (Camarada Arenas), condenado a 17 años de cárcel por pertenencia a la banda terrorista GRAPO. Finalmente este malaventurado rapero político fue puesto en libertad provisional sin fianza el 9 de noviembre del mis año, ante la aclamación popular de los pérfidos comunistas desalmados de España. Pero el "artista" parece que no aprendió la lección, y volvió a las andadas, utilizando su rap como arma política revolucionaria. El 1 de abril de este mismo año, el "rapero desafiante" fue condenado por la Audiencia Nacional a dos años de prisión por pedir en sus temas el asesinato de políticos. Obviamente un individuo que propaga este tipo de mensajes a los jóvenes españoles no puede quedar indemne ante tal actitud pro-terrorista. Sin embargo es ciertamente curioso contemplar como la mayoría de la juventud así como algunos adultos (no por ello maduros y cuerdos) siguen loando la diabólica labor de este impresentable tipejo. En un estado democrático no hay lugar para activistas que vulneran a las víctimas del terrorismo ensalzando las actividades de grupos terroristas como ETA y GRAPO. Esto es francamente inaceptable, y no hay otro sitio para este tipo de personas descarriadas que no sea la trena. No está entre mis objetivos citar las psicóticas rimas que han llevado de nuevo a este señor a la cárcel. No le proporcionaré ese vil placer.

Queridos hermanos, no puedo alcanzar a comprender como ciudadanos nacidos y crecidos en democracia pueden apoyar a personas que divulgan tamaños disparates. A todos aquellos que defienden a este “ente humano” les exhortaría vehementemente a reflexionar sobre la licitud moral de su defensa.

Artículo escrito por Jesús Kuicast.
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