Durante la etapa de la adolescencia,
la ficción literaria es un factor importante en la construcción de nuestro yo;
uno de los recuerdos más tiernos que guardo de aquella época es la lectura de
algunas novelas de la escritora británica Mary
Ann Evans (1819-1880), conocida por el seudónimo masculino de George Eliot, considero que son de gran
estilo realista.
Usó un nombre masculino para asegurar
que su trabajo fuera tomado en serio. Pocas escritoras publicaban bajo sus
nombres verdaderos, como el caso de Charlotte
Brontë y sus hermanas...
Una frase de ella que me cautivó
cuándo leí su biografía por primera vez, y que desde entonces utilizo con ardua
frecuencia, es que, << Nuestras
acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas >>. Os
recomiendo leer algo de ésta gran novelista inglesa, cuyos libros, de una
profunda sensibilidad y retratos certeros de las vidas sencillas, le otorgaron
un puesto relevante en la literatura del siglo XIX.
Una mujer avanzada para su época,
intelectual, de fuertes convicciones religiosas, pero liberal, tal y como
demuestran determinados aspectos de su biografía que influyeron hasta cierto
punto en sus novelas.
Emilia Casas
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