sábado, 9 de enero de 2016




Muchos ingenuos se aventuran a considerarla como una auténtica Diosa. Masas de jóvenes perdidos en el caos -fruto del nihilismo posmoderno- idolatran a la que consideran su "Mother Monster" (Madre Monstruo). Criaturas desoladas por la secularización de la cultura occidental. Gentes sedientas de ídolos; adoradores del becerro de oro.

La denominada "Madre Monstruo" no es otra que Stefani Joanne Angelina Germanotta, conocida artísticamente como "Lady Gaga". Una norteamericana de ascendencia italiana y franco-canadiense. Una artista polifacética que ha logrado convertirse en toda una estrella mundial a causa de su singularidad creativa. Inició su carrera como una gogó descarada que supuestamente experimentaba con drogas como si de condimentos para la comida se trataran. Su calidad vocal es hermosa, mas su físico se ajusta a la norma, sin sobresalir por belleza sublime; aunque habituada a vivir en un sempiterno disfraz, es tarea compleja imaginar cómo es su aspecto físico recién levantada de la cama.

La dama de la extravagancia que hace gala de lo atípico a través de una cosmovisión trasnochada.

Sus seguidores, o mejor expresado, sus feligreses, proclaman a los cuatro vientos su pertenencia a la ficticia "familia monstruosa" que la norteamericana ha creado con fines comerciales -no me cabe la menor duda-, aunque muchos apelen a su gran amor por la humanidad "no convencional". El poderoso lobby LGBT es uno de sus principales defensores y consumidores, ya que Gaga posee una especial sensibilidad para con este colectivo, defensor de las orientaciones sexuales "alternativas". Su voz es hermosa, empero, sus letras rezuman un oscurantismo  inspirado en la llamada “cultura de la muerte” – propia de los masones illuminatis que dominan el mundo-. En sus vídeos musicales es frecuente el uso de símbolos masónicos que dan lugar a misteriosas escenas cristianas que proyectan una sutil burla hacia el Dios judeocristiano. Una estrella musical que no deja indiferente a ningún ser que lleve puestas las gafas de la sabiduría. La señorita Germanotta predica el evangelio del libertinaje a través de su "arte nauseabundo". Calificada por multitudes de inteligentísima, mas tachada -acertadamente- por otros de inconsciente para con el mundo; su influencia ha arribado a ser tal, que cada uno de sus actos u opiniones podrían ser elevados a la categoría de "mandamientos monstruosos".

Aquellos que se hallen en un elevado estado de conciencia no se han demorado en percatarse de la peligrosidad espiritual que supone esta "estrella caída". Las soflamas de los tergiversadores de la moral, como Gaga, sólo pueden conducir a la humanidad hacia un destino terrible y catastrófico.

¿Cómo es posible que sus feligreses se atrevan a sustituir la palabra de Dios por la palabra de una simple mortal?

El ser humano debe seguir a Dios en aras de lograr la virtud moral. Una ardua batalla entre el bien y el mal. Sin embargo, el Señor nos ha dotado de herramientas para asegurarnos la victoria contra el mal. Dios estableció su casa en la Tierra: La Iglesia Católica, única depositaria de la fe cristiana. La Iglesia que Cristo fundó para que pudiésemos acogernos a ella, y no caer en las fauces del maligno.

Queridos hermanos, no permitamos que el influjo nihilista se abra paso en nuestros corazones.


Artículo escrito por Jesús Kuicast.

4 comentarios:

Antoniomexicano dijo...

Esta tipa es illuminati, totalmente de acuerdo Kuicast. Saludos desde Sonora

Gloriamex88 dijo...

siempre con razón señor Kuicast. Me encantan sus escritos y forma de expresar las ideas, le esperamos en México para la firma de cuarto libro. Abrazos desde Sonora.

Anónimo dijo...

Es parte de los masones illuminatis, seguidores del diablo. Gracias por abrir los ojos al mundo Jesús.

mexicanaorgu dijo...

yo siempre dije a mis niños que no escuchasen a esta tipeja, un gusto que usted lo exprese tan bien. Cordiales saludos desde México